Yo rindo más por la mañana. A las ocho de la mañana ya estoy en la puerta de la biblioteca esperando a que llegue al conserje (como siempre le doy 10 minutos de margen) por lo que a las ocho y cuarto ya estoy sentado en la mesa (me gusta una mesa cercana a las ventanas para poder mirar el horizonte, sobre todo las nubes o las montañas si tenéis suerte en la población en la que vivís de que hayan ambas. En las grandes ciudades, supongo que no tenéis ninguna de las dos, bueno, nubes sí, si la contaminación os lo permite).
A las once menos cuarto hago un "break" y me voy a la piscina del pueblo a nadar mil metros para cuidar el cuerpo y la mente por lo que tras el machaque me marcho a casa a preparar la comida.
Tras la siesta, ya en casa, estudio desde las cuatro y cuarto de la tarde hasta las ocho aunque a medida que pasa la tarde el agotamiento va llegando y las dos últimas horas se me hacen pesadas.
Esta es mi rutina de lunes a sábado.