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Autor Tema: Un buen artículo.  (Leído 755 veces)

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Un buen artículo.
« en: 03 de Marzo de 2014, 17:17:55 pm »
La marca España.

Este artículo muestra casos de la justicia española que dan una imágen bochornosa de España a nivel internacional.

El tremendo provincianismo y la escasísima experiencia internacional del establishment político conservador de España, heredero, en su mayor parte, del establishment que controló y se benefició del Estado dictatorial (resultado este último de un golpe militar que triunfó como resultado del apoyo militar de los regímenes nazi alemán y fascista italiano), explican que este establishment no se dé cuenta del enorme desprestigio que su comportamiento comporta para España a nivel internacional. Su famoso empeño en promover la Marca España según las últimas técnicas de mercadotecnia refleja su enorme desconocimiento de cómo el prestigio de un país se crea y establece.
Parecen desconocer que la visión que gran parte de la comunidad internacional (y muy en especial de la europea) tenía de España durante la dictadura era enormemente negativa. La victoria por parte de las tropas aliadas sobre el nazismo y el fascismo precipitó el surgimiento de nuevo de una cultura democrática que rechazaba aquel régimen. Y la Transición de la dictadura a la democracia no se percibió –como se ha intentado vender por parte del establishment español– como un proceso modélico, sino como un cambio en el Estado que permitió a ese establishment conservador mantener gran parte de las riendas del poder. Sí que se saludaron los cambios en los años ochenta, con cambios en la orientación política del gobierno, y más tarde se aplaudió el crecimiento económico (que, en realidad, estaba basado en la especulación), que dio una imagen falsa de progreso. Pero, de nuevo, el Estado continúa siendo percibido como controlado por las estructuras de poder político y financiero conservadoras, que dan una pésima imagen del país.

Veamos algunos ejemplos de esta imagen:

1. El sistema judicial, que alardea de haber tenido un sistema de jurisdicción universal que permitió detener a Pinochet en su visita a la Gran Bretaña, ha ignorado sistemáticamente la búsqueda de los asesinos y cómplices de los asesinatos políticos, de las detenciones y torturas ocurridos durante la dictadura, una de las más sangrientas que ha habido en Europa. Según el Profesor Malefakis, de la Universidad de Columbia de la ciudad de Nueva York, experto en fascismo europeo, por cada asesinato político que realizó el régimen liderado por Mussolini, el dirigido por Franco cometió 10.000. Ninguno (repito, ninguno) de los asesinos y represores ha sido juzgado durante el periodo democrático, debido a una ley de amnistía que les ha protegido. El sistema judicial no se da cuenta, por lo visto, de que carece de legitimidad y de credibilidad cuando se presenta como garante de derechos humanos a nivel mundial.

2. El Estado español no ha ayudado a las familias de las personas asesinadas por el golpe militar y por la dictadura que se estableció a encontrar a sus seres queridos (140.000 desaparecidos en total, aunque es probable que el número sea incluso mayor). España es el segundo país del mundo (después de Camboya) donde hay un mayor número de personas desaparecidas por causas políticas. De nuevo, el Estado español no tiene ninguna legitimidad ni credibilidad para presentarse como gran valedor de los derechos humanos. Ha ignorado sistemáticamente las peticiones de las Naciones Unidas de resolver este caso de clara violación de los derechos de las víctimas. El interés en ayudar a las víctimas del terrorismo está escandalosamente sesgado políticamente. El comportamiento judicial y político hacia las víctimas del terrorismo es diametralmente opuesto al que se tiene hacia las víctimas del terrorismo del Estado dictatorial.

3. El único juez en España que intentó juzgar los crímenes políticos realizados durante la dictadura, el Sr. Baltasar Garzón, y ayudar a los familiares de las víctimas en su búsqueda de los desaparecidos, fue expulsado del estamento judicial, y ello como respuesta a una causa judicial iniciada por un movimiento de ultraderecha ligado a la Falange, el instrumento político del régimen fascista anterior. Y el establishment político conservador aplaudió esta expulsión, ignorando el enorme desprestigio que dicho acto significó para España a nivel internacional.

4. La expulsión del juez Garzón fue apoyada también por el establishment conservador pues ello permitió obstaculizar las investigaciones realizadas sobre el caso Gürtel, el mayor caso de corrupción política que ha habido en España, en el que este establishment conservador está implicado. Esto es conocido ampliamente en la opinión internacional y muy en especial en Europa.

5. Un juez intentó investigar el comportamiento delictivo cometido por los equipos de Bankia, responsables, en parte, de una de las mayores crisis financieras que España ha tenido. A las pocas semanas de iniciar tal intento fue encausado y uno de los banqueros más responsables de esa fallida financiera salió indemne (ver el artículo “Una justícia ben estranya”, de Jordi Serrano en el Diari de Girona, 07.02.14, para ver más casos).

6. A uno de los miembros de la familia real, la hija del Rey, socia de una de las empresas que ha canalizado para beneficios privados fondos asignados para instituciones públicas, se la disculpa aceptando la postura de que ella no sabía nada de nada, pues confiaba plenamente en su esposo – único malo de la película. Y la opinión en Europa y Norteamérica interpreta que todo ello es una farsa.

7. En Cataluña, el caso Millet continúa, desde 2009, a un paso lentísimo, a pesar de la evidencia de que hubo una transferencia de fondos masiva a instituciones políticas, en una clara violación de la ley. El establishment político catalán no tiene nada que envidiar al español en su carencia de credibilidad en su supuesta defensa de los valores democráticos.

Y podría continuar citando casos y más casos que dan una imagen bochornosa de la justicia de este país, y que contribuyen a dar mala imagen y dañar la marca de España en el extranjero. Se me dirá, con razón, que en todas partes cuecen habas. Per no en la misma intensidad, frecuencia y tanta impunidad como en España. Spain, después de todo, is different.

Vicenç Navarro – Consejo Científico de ATTAC España

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Re:Un buen artículo.
« Respuesta #1 en: 03 de Marzo de 2014, 17:23:59 pm »
Este ya lo he publicado varias veces, pero es que me gusta.

Nacido para sufrir.

Me gusta que me maltraten. Me gusta que me mientan. Me gusta que me estafen. Me gusta que me roben. Me gusta que me traicionen. Me gusta que se rían de mí. Y me gusta que pasen por encima de mí. Yo he nacido para sufrir.

No me importa que me hagan daño así que mucho menos me importa que hagan daño a mis conciudadanos. No me importa que nos entreguen a los bancos como pago del rescate, que nos suban los impuestos, que ahoguen la cultura de este país o que me privaticen los servicios públicos. O me parece bien o me gusta tener un dueño que piense por mí. Así no tengo que pensar en la gente a la que echan de sus casas ni en los parados a los que les han bajado la paga ni en que me han bajado la pensión y la indemnización. Las cosas son así. Yo quiero que las cosas sean así. Y hago todo lo que puedo para que las cosas sigan siendo así.

A mí no me importa que los pensionistas no lleguen a fin de mes, que echen a médicos y profesores, que a los funcionarios les congelen el sueldo ni que haya 6 millones de parados, casi 3 millones de jóvenes desempleados y más de un 20% de pobres por ahí. No sufro cuando veo que la gente busca comida en la basura ni cuando los niños no tienen para comer ni cuando les quitan las ayudas a los discapacitados, les hacen pagar medicamentos a los enfermos o echan a los inmigrantes de la Sanidad. No se puede ayudar a todo el mundo. Yo solo me ayudo a mí mismo y no me va nada mal. Yo solo ayudo a los míos porque espero que los míos me lo recompensarán.

Por eso no me importa que me roben si son los míos los que roban porque quizá algún día me dejarán participar. No me importa que los míos sean corruptos ni que se financien ilegalmente ni que tiren mi dinero ni que se lleven el dinero público ni que se lo den a los bancos que me han hundido ni que destruyan mi región o mi ciudad. No sufro cuando roban el dinero de los parados ni cuando cobran sueldazos y colocan a los suyos de asesores y lacayos porque espero que a mí también me den un pedazo. Soy de los que acalla su conciencia pensando que todos roban. Soy de los que se tranquiliza pensando que los demás roban más. Soy de los que piensa que los míos son mejores o, en todo caso, son los menos malos. Me conviene pensar así. A mí con los míos, me va fenomenal.

Así que les perdono cuando incumplen todas sus promesas o se pasan por el forro su programa electoral porque tampoco quiero que me hagan cumplir a mí como ciudadano ni quiero asumir mi responsabilidad. Es más cómodo votarles hagan lo que hagan, es más cómodo pensar que no puedo hacer nada por evitar sus atropellos, que no soy responsable y que la democracia solo consiste en votar y aguantar. Yo lo aguanto todo. He nacido para aguantar y aguantarme.  Me gusta decir que defiendo valores como la honradez, la honestidad y la sinceridad pero a la hora de la verdad prefiero mirar para otro lado porque no hay ciego más feliz que el que no quiere mirar. Yo he nacido para sufrir pero no para castigarme. Que me castiguen otros pero yo jamás les castigaré. Por mucho mal que nos hagan. Yo he nacido para soportar lo insoportable.

No he nacido para enfrentarme. No he nacido para protestar. No he nacido para defenderme. No he nacido para defender mis derechos y mucho menos para defender a otros cuando se los arrebatan. He nacido para callar y acatar. He nacido para obedecer y claudicar. He nacido para agacharme y meter la cabeza en el hoyo. No quiero ver, no quiero dudar y si me pones en duda, te llamaré demagogo, antisistema o radical. Yo no soy un radical, yo soy parte del sistema, yo hago que el sistema no deje de girar. No me planto. No me enfrento ni a mí mismo, cómo voy a enfrentarme a lo demás. Yo no ofrezco resistencia al abuso ni desafío a la autoridad cuando es autoritaria. Yo no quiero disentir ni discutir. Prefiero consentir y asentir. Prefiero bajar la cabeza para decir que sí, que puedes darme con el látigo.

Yo soy así. Soy masoquista. Soy bipartidista. Soy del 34% que aún dice que va a votar al PP y del 29% que aún quiere votar al PSOE, según una encuesta de El País. Soy el 63% que perdona lo de Bárcenas o lo de los Eres, que no le importa la Gürtel ni el despilfarro, soy de los que prefiere olvidar que Zapatero y Rubalcaba pactaron con el PP para reformar la Constitución a petición de los mercados, de los que acepta que Rajoy nos haya vendido, mentido y apuñalado, de los que perdona que Zapatero y Rajoy nos hayan entregado a los bancos, de los acepta con resignación los recortes en pensiones, educación, sanidad, desempleo de unos y de otros, de los que asumen como una fatalidad las tres décadas de corrupción, privilegios, delitos y engaños de PSOE y PP, de los que seguirán votando a dos partidos que han comerciado con este sistema durante 30 años, lo han arrastrado por el fango y han dejado un cadáver de país y democracia a sus pies.

Pero no me quejaré ni me enfrentaré. Estoy dispuesto a sufrir por ellos porque ellos son los míos. Yo he nacido para servirles. He nacido para sufrir.

JAVIER GALLEGO   

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Re:Un buen artículo.
« Respuesta #2 en: 03 de Marzo de 2014, 17:34:33 pm »
Lo que no se dice sobre el crecimiento de las desigualdades sociales.

Por fin, el gran crecimiento de las desigualdades que hemos estado experimentando en la mayoría de países a los dos lados del Atlántico Norte ha pasado a ser noticia, con un número cada vez mayor de fórums y conferencias dedicando atención a este tema, presentándolo como un problema. Incluso el Foro de Davos, uno de los centros de reflexión neoliberal con mayor impacto mediático, dedicó este año a este tema un espacio importante de su programa. Es interesante notar, sin embargo, que lo que ha estado ocurriendo con el tema de las desigualdades es muy semejante a lo que ha ocurrido con el cambio climático. Como en el caso de este último, la sabiduría convencional en aquellos países (dominada desde los años ochenta por el dogma neoliberal) negaba, al principio, su existencia. Se decía que, en contra de lo que aseguraban algunos “radicales extremistas” (el menos ofensivo de toda una larga retahíla de insultos), no había ningún cambio climático. Cuando la evidencia de que sí había tal cambio era ya abrumadora, la sabiduría convencional lo admitió, tras mucha resistencia y recelo, pero añadió –inmediatamente– que este no era causado por la intervención humana. Se debía –decía la sabiduría convencional– a cambios cíclicos de la naturaleza sobre los que la intervención humana tenía poco que hacer.
Una evolución similar ha ocurrido ahora con el crecimiento de las desigualdades. Primero se negó que existiera, acusándonos, a aquellos que señalábamos que era una realidad con terribles consecuencias sociales y económicas, de “radicales aguafiestas”. Más tarde, ante la evidencia abrumadora que cuestionaba este dogma, admitieron su existencia, pero negaron que se debiera a decisiones políticas concretas tomadas por instituciones públicas altamente influenciadas por los grupos financieros y económicos (que configuraban la sabiduría convencional neoliberal del conocimiento económico), atribuyendo dicho cambio a hechos como “la globalización de la actividad económica”, “la introducción de nuevas tecnologías” u otras argumentaciones, hechos que se consideraban (erróneamente) apolíticos, determinados por la propia lógica y dinámica del sistema económico. En realidad, cada uno de estos hechos supuestamente apolíticos era resultado de decisiones políticas tomadas por los Estados, cada uno de ellos influenciado por aquellos grupos financieros y económicos, que dominaban el proceso de gobernanza de cada país.

¿Por qué han crecido las desigualdades?

En realidad, la fuerza más determinante en la evolución de las desigualdades sociales y de su crecimiento ha sido el grado de influencia que los propietarios y gestores del gran capital (es decir, del mundo de las grandes empresas financieras, industriales y de servicios, y que incluye personas e instituciones que obtienen sus ingresos a partir de la propiedad del capital) han tenido sobre sus Estados. Cuanto mayor ha sido su influencia sobre el Estado, mayor han sido las desigualdades en un país. Cuanto, por el contrario, mayor ha sido la influencia del mundo del trabajo (es decir, de la mayoría de la población que deriva sus rentas del trabajo, con escasa propiedad) sobre los Estados, menores han sido las desigualdades. La evidencia de que ello es así es abrumadora. Durante el periodo 1947-1979 (el llamado “periodo dorado del capitalismo”), cuando el mundo del trabajo tenía más poder, el crecimiento de la riqueza de los países se repartió más igualitariamente que no durante el periodo 1979-2013, cuando –con la revolución neoliberal iniciada por el Presidente Reagan y la Sra. Thatcher– el mundo del capital fue el que claramente dominó las instituciones del Estado. Durante este último periodo, como resultado del crecimiento de la productividad, hubo un aumento de la riqueza, que se concentró en los sectores más pudientes de la población que derivan gran parte de sus ingresos de la propiedad del capital.

Estos datos muestran que las causas del crecimiento de las desigualdades son primordialmente políticas, es decir, que derivan de decisiones tomadas por el Estado como resultado del grado de influencia diferencial que tienen sobre ese Estado el mundo del capital y el mundo del trabajo. La época neoliberal (1980-2013) ha sido la época de mayor dominio del Estado por parte del capital, habiéndose alcanzado unos niveles nunca vistos desde principios del siglo XX. En EEUU, por ejemplo, el 10% más rico de la población posee el 77,1% de toda la riqueza, mientras que el 90% restante posee el 22,9%. En realidad, el 40% de la población no tiene ninguna propiedad; todo lo contrario, está endeudada. El 20% que le sigue tiene solo un 3,3% de toda la riqueza, seguido de otro 20% que tiene un 10% de toda la propiedad. La suma de ello (40+20+20) muestra que el 80% tiene solo un 13,3% de la riqueza. (Los datos que presento en este artículo proceden de John Schmitt “The Economy and the Evolution of Income and Wealth”. Public Policy Program. The Johns Hopkins University. 20 de febrero de 2014)

Esta enorme concentración de la riqueza, causa mayor del crecimiento de las desigualdades, ha motivado el movimiento popular de protesta conocido en EEUU como el Occupy Wall Street (claramente influenciado por el movimiento de los indignados, el 15-M, de España), que denuncia al 1% de la población (que controla, en gran medida, la propiedad de los medios financieros –basados en Wall Street) como el centro del poder financiero y económico, y por lo tanto, político y mediático del país.

No es el 99% contra el 1%, sino el 90% contra el 10%

Ahora bien, aun cuando el número de 1% -que incluye el grupo dominante del poder financiero, económico, político y mediático del país- es un número muy gráfico y didáctico para mostrar el grado de concentración del poder en EEUU, es una cifra que subestima el problema político al que tiene que hacer frente cualquier estrategia encaminada a revertir dicha concentración. Este 1%, que controla el 35,6% de toda la riqueza, va seguido de un 9% que controla otro 39,5%. El problema, pues, no es solo el 1%, sino que incluye también al otro 9%, que juntos suman en total un 77,1% de toda la riqueza. Este 9% son los grandes propietarios del capital industrial y de servicios, así como los sectores sociales que se benefician claramente del sistema de propiedad actual, y que incluye, entre otros, a los dirigentes mediáticos, la intelectualidad del régimen, la clase dirigente del funcionariado y la mayoría de la clase política gobernante, todos ellos sirvientes de las estructuras del poder. Junto al 1% del capital financiero representan lo que en Estados Unidos se llama la Corporate Class. De ahí que el conflicto no es del 99% de la población contra el 1%, sino del 90% contra el 10%, teniendo este último un enorme poder. Los grandes gurús mediáticos, por ejemplo, no son parte del 1%, pero si del otro 9% que sirve al sistema controlado por el 1%, y que se opondrá por todos los medios a que cambie el sistema que los beneficia.

El declive del sistema democrático

Esta enorme concentración de la riqueza ha sido consecuencia de las intervenciones del Estado, que han favorecido sistemáticamente y abusivamente desde los años ochenta al capital a costa del mundo del trabajo. Y cuando digo a costa quiero decir que las rentas del capital han subido como consecuencia de que las rentas del trabajo han disminuido. En otras palabras, el crecimiento de la riqueza, como resultado del aumento de la productividad (incluida la productividad laboral), no ha repercutido tanto en el mejoramiento de las rentas del trabajo como en el crecimiento desmesurado de las rentas del capital. En realidad, el salario por hora (controlado por inflación y tipo de trabajo) en EEUU fue menor en 2013 que en el año 1978.

La situación en España es muy semejante a la que ocurre en EEUU. La enorme influencia del 10% más rico de la sociedad (tanto en el Estado como en la sociedad civil) está causando el enorme crecimiento de las desigualdades. Y ello ocurre, tanto directamente como indirectamente, a través de las políticas públicas del Estado. Entre las directas están las políticas fiscales, por ejemplo, que benefician sistemáticamente al capital a costa del trabajo. Y entre las indirectas, está el gasto público. Por ejemplo, la reducción del empleo público y de la capacidad adquisitiva del empleado público (y con ello, el descenso de la renta nacional que va al mundo del trabajo) se hace para poder pagar los rescates a la banca y pagar la deuda pública (propiedad, en su gran mayoría, de la banca), con lo cual se está haciendo una transferencia de fondos públicos del 90% de la población española, cuya renta procede del trabajo, al 1% que deriva sus ingresos de la propiedad del capital financiero (del cual depende el otro 9%, que está al servicio del 1%) que controla el sistema de gobernanza del país.

Y es esta enorme concentración de la riqueza la que está destruyendo la democracia. Pero le aseguro a usted que no leerá todo esto en los medios. Un artículo como este no se puede publicar en los cinco rotativos más importantes del país. Le ruego que lo distribuya.

Vicenç Navarro.
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra

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Re:Un buen artículo.
« Respuesta #3 en: 05 de Marzo de 2014, 16:39:48 pm »
La oligarquía económica que sostuvo al franquismo es el poder real en España

Entrevista aparecida en LA NUEVA ESPAÑA, el 18 de junio de 2013

Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla y miembro del consejo cientifico de ATTAC España.

-Las pensiones se van a recortar porque vivimos mucho.

-Decir que hay que bajar las pensiones porque aumenta la esperanza de vida es un engaño. Es un juego de manos para dejar fuera otros aspectos que hay que abordar, como el paro, la distribución cada día más injusta y desigual de las rentas y un modelo económico que no favorece la productividad. Sólo con que la productividad creciera como en los últimos 30 años en España, estaría solucionado. Claro, si estamos haciendo unas políticas que llevan a 6 millones de personas al paro, no es que haya un problema de pensiones, es que hay un problema de estallido social. La UE, en su último informe sobre envejecimiento, dice que España gastará en 2030 de alrededor de un 14% del producto interior bruto en pensiones. ¿En 2030 España no va a poder pagar el 14% del PIB, cuando Italia o Francia gastan hoy más del 15%? Eso no tiene lógica, salvo que se acepte que quien dice eso nos va a llevar a un infierno y tengan previsto que en 30 años en España haya 12 millones de parados y los sueldos sean de 500 euros.

-¿Por qué cree que hay economistas que dan esa opinión?

-Para asustar a la gente y que corra a hacerse planes de pensiones privados, que es lo que buscan.

-¿Cómo afecta la distribución de la riqueza a la viabilidad del sistema de pensiones?

-En 1980, el 73% de las rentas en España iba a los salarios. Ahora va el 60%. En nuestras nóminas dedicamos el 33% a pensiones, y eso se aplica ahora sobre una parte más pequeña de la tarta que en los años 70 u 80. Si la distribución de la renta fuera hoy igual que entonces, habría superávit en las pensiones.

-¿Los sueldos mileuristas son parte del problema?

-Claro. Cuanto más bajos son los salarios, menos masa salarial hay para financiar las pensiones.

-¿Y bajar las pensiones para hacer viable el sistema?

-Es como si el médico dice que para que una persona deje de estar enferma hay que matarla. No tiene lógica. Es fácil conseguir más dinero para las pensiones, pero no podremos hacerlo si cada día las rentas se concentran en menos manos.

-¿Qué opina de la propuesta de cubrir vía impuestos el posible déficit del sistema?

-Hay muchos países donde las pensiones se financian a través de los Presupuestos Generales del Estado, porque son un derecho clave para evitar la pobreza.

-¿Qué sugiere ante esa concentración de la riqueza?

-Políticas contrarias a las que se vienen desarrollando desde los años 80. Aumentar los salarios y aplicar un sistema fiscal más justo, porque en España las rentas altas, los grandes patrimonios y las grandes empresas prácticamente no tributan. Si los salarios están bajando tanto es porque las rentas del capital están subiendo permanentemente. Hasta el Banco Central Europeo, que no es precisamente un grupo de economistas radicales de izquierdas, dijo hace poco en un informe que los beneficios de las empresas españolas son excesivos, sobre todo en comparación con los salarios.

-¿Esa opción no puede provocar deslocalizaciones?

-No necesariamente. Los países que tienen salarios más altos son los más competitivos del mundo, como Dinamarca y Suecia. Lo que hay que hacer es que las empresas tengan la posibilidad de obtener beneficios por otra vía, no empobreciendo a la gente. Calidad, innovación, investigación y alta cualificación son claves; pero si tenemos un Gobierno cuya estrategia económica es crear casinos y prostíbulos, el país se viene abajo. Lo único que se consigue así son comisiones a los políticos que lo aprueban.

-¿Qué cree que está pasando?

-Que en los últimos años se ha dejado hacer a bancos y a las grandes finanzas, que han cometido fechorías y desplomado el sistema financiero internacional. Eso bloqueó el crédito, las empresas se hundieron y despidieron a millones de trabajadores. Y los gobiernos se endeudaron. El problema es que en lugar de poner freno a esa situación, se usa la crisis como excusa para aplicar políticas que fortalecen más a los que provocaron la crisis.

-En EE UU un financiero como Madoff acabó en la cárcel por estafa. ¿Cree que habría corrido la misma suerte en España?

-Aquí lo que estamos viendo es que hay financieros que son delincuentes, que se hicieron fuertes en la dictadura, que han mantenido ese poder y que gobiernan los poderes legislativos, ejecutivo y judicial. Hemos visto fiscales que son abogados defensores de delincuentes financieros; financieros condenados en firme, indultados de modo irregular, y estamos viendo cada dos por tres que a los financieros les prescriben los procesos en los Juzgados, evidentemente, con la connivencia de jueces corruptos, que están en las más altas instancias de la magistratura. Vivimos en un país corrupto desde la instancia más alta del Estado hacia abajo.

-¿Desde la más alta?

-Desde la más alta, desde la jefatura del Estado hacia abajo, y, por lo tanto, en este país la economía se resiente porque no hay limpieza, no hay seguridad y no hay transparencia. Mientras no acabemos con una corrupción institucionalizada, no va a poder salir adelante la economía.

-¿Qué propone?

-Poner en claro lo que ha pasado. No puede ser que haya silencio en torno a lo que hacen nuestras máximas autoridades, que los medios no hablen de las cosas que pasen y que los medios públicos estén manipulados por gobiernos. Hace falta que la ciudadanía se dé cuenta del robo que le están haciendo y exija investigar, depurar responsabilidades y finalmente castigar a los responsables.

-Hay relevantes procesos judiciales abiertos por corrupción y suelen ocupar las primeras planas de los medios…

-Estratégicamente. En cuanto a los procesos judiciales, vemos cómo la fiscalía se convierte en abogado defensor. O a jueces perseguidos y amenazados cuando investigan delitos financieros. Y vemos cómo desde las instancias más altas del Estado se mueve Roma con Santiago para echar tierra sobre estas cosas.

-¿El poder real es el político?

-No. Ni en España ni en ningún sitio. En España el poder real lo tienen un grupo de 1.000 a 2.000 personas, con un poder financiero impresionante, que procede en la gran mayoría de los casos del franquismo. Ocupan consejos de administración en la industria, en los servicios, en los medios de comunicación y en los bancos. Vivimos en un país dominado por una oligarquía económica y financiera que tiene un poder muy grande. ¿Qué característica tienen los países que están sufriendo en mayor medida la crisis en Europa? Grecia, Portugal y España han tenido dictaduras recientes y largas y la democracia no está tan consolidada y, por lo tanto, hay grupos que pueden actuar con mucha más impunidad y arbitrariedad. Y eso debilita las economías, porque debilita el tejido social.

-… Pero la gente pasa por las urnas. ¿No es eso una democracia?

-No, porque la democracia es deliberación y participación. Y tenemos una ley electoral injusta, porque la transición se hizo para que los grupos oligárquicos mantuvieran su poder. No se desmanteló el aparato económico y financiero que había sostenido el franquismo. Están los mismos, muchos fueron ministros, altos cargos o banqueros con Franco. Y están sus hijos. Continúan los mismos apellidos.

-¿Qué cree que va a pasar?

-La gente está tomando conciencia. En las próximas contiendas electorales se va a comprobar, y se va a dar un vuelco en este país.

-¿Hacia dónde?

-El régimen bipartidista de la transición se está descomponiendo. Las encuestas lo dicen claramente. La gente rechaza la política tradicional y quiere participar de otro modo en la vida pública. Eso se va abriendo paso y se va a crear un conflicto, porque tenemos en el Gobierno un partido reaccionario, corrupto y con dirigentes que no se guían por convicciones, porque, si no, no tendrían que tener sobresueldos. Cuando un país está gobernado por mercenarios de la política está condenado a que antes o después estalle y que la sociedad repudie esa concepción prostituida del servicio público.

-Habla de un pequeño grupo oligárquico que detenta el poder. ¿Cómo es eso posible?

-Para mantener sus privilegios tratan de cegar a la gente, evitando que tomen conciencia de lo que están pasando. Es el abecé del poder, que los que están debajo de la bota no se den cuenta. Como tienen muchos recursos, lo logran en gran medida; pero la historia demuestra que antes o después la gente saca la cabeza.

-¿Pan y circo?

-Sí, pero ahora el pan falla y la gente empieza a darse cuenta de que esto iba bien, pero sólo para unos cuantos; pero, claro, si a pesar de eso la gente pone la tele por la noche y se le va la cabeza en otras cosas, eso los anestesia; pero de ahí se sale.

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Re:Un buen artículo.
« Respuesta #4 en: 06 de Marzo de 2014, 15:12:30 pm »
Mejora de verdad el empleo en España?


El gobierno y los economistas que lo jalean han echado las campanas al vuelo al ser publicados los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social en España.Es verdad que desde 2011 no se había creado neto en el mes de febrero que es un mes difícil pero de ahí a deducir que hay un cambio sustancial de tendencia y una mejora cualitativa en la situación del empleo me parece que hay una gran distancia. A partir de los datos que proporciona el Ministerio, y a la espera de poder comprobar lo que indique la Encuesta de Población Activa, hay que subrayar algunas cuestiones importantes.En primer lugar, no se puede olvidar que lo que acaba de publicarse son datos referidos a afiliaciones a la Seguridad Social. Por tanto, solo reflejan matizadamente la situación del empleo. Una persona, por ejemplo, que esté pluriempleado, es decir, que trabaje un par de horas por la mañana y otro par de horas por la tarde en otro lugar, constaría dos veces.Por otro lado, aunque la variación interanual en el número total de afiliados es efectivamente positiva, pues aumenta en un total de 61.557 afiliaciones, hay que tener en cuenta otras consideraciones para poder hacerse una idea global.La media del total de afiliados ha pasado de 19.881.956 en diciembre de 2011 a 18.850.470 en diciembre de 2013 y a 18.828.345 en febrero de 2014. Es pronto, pues, para concluir que ha cambiado clara y definitivamente la tendencia.El 72,18% (44.433) de esas nuevas afiliaciones corresponde a trabajadores autónomos y solo 16.852 (27,37%) al régimen general. Y de éste último, 5.337 pertenecen al Sistema Especial Agrario y 5.121 al Sistema Especial de empleados del hogar.El 38,5% de las nuevas afiliaciones netas del Régimen General en el mes de febrero de 2014 respecto al anterior corresponde a Educación (16.564), el 50% a Hostelería (10.811) y Construcción (10.663) y el 19% a Industria (aunque en este sector se perdieron 20.617 afiliaciones en el último año).En una sola provincia (Jaén) se ha incrementado el número de afiliaciones en el último año en una cantidad (34.512) equivalente al 56,06% del total de las nuevas afiliaciones (61.557) para España en su conjunto. En Andalucía las afiliaciones han aumentado en ese mismo periodo en 45.749 (74,35% del total). Sin embargo, Jaén perdía 9.000 afiliaciones en febrero de 2014 respecto al mes anterior y Andalucía en su conjunto 1.008.Del incremento total de afiliaciones en febrero de 2014 respecto al mes anterior, el 44% corresponden a las registradas en tres provincias: Huelva (19,5%), Barcelona (16%) y Alicante (8,5%). Y el 80% a esas tres más las comunidades uniprovinciales de Baleares (15%), Madrid (13%) y Murcia (8,5%).A finales de enero de 2014 hay 8.799 empresas más que en enero de 2013 pero 13.928 menos que en diciembre de 2013, 60.658 menos que  en febrero 2011 y 29.672 menos que en febrero de 2012.En resumidas cuentas, estos datos indican que tras la mejora de febrero hay tendencias que no pueden ser olvidadas y que, por tanto, podrían sacarse conclusiones diferentes a las del gobierno y sus ideólogos.1. Los avances son muy pequeños, a veces prácticamente no significativos, y eso indica que hay factores estructurales que siguen impidiendo que se genere empleo salvo de forma coyuntural y deslabazada en todo el territorio.2. Es cierto que se está produciendo una cierta inflexión en los datos del mercado de trabajo pero a partir de ellos no se puede deducir que esté mejorando el empleo pues hay que considerar otras circunstancias.3. Los incrementos de afiliaciones se dan de forma muy concentrada, lo que puede indicar que más bien se trata de enclaves (como en el caso del empleo vinculado a provincias como Jaén y Huelva dedicado a recolecta agraria temporal) o de respuestas a factores incidentales que no constituyen un proceso efectivo y sostenido de creación de empleo.4. El incremento de afiliaciones registrado no tiene por qué reflejar un incremento neto de empleo en sentido estricto (de más horas trabajadas) sino un cambio en la contratación, un reciclaje contractual de la población trabajadora que en realidad era lo que buscaba la última reforma laboral. La ausencia de datos para poder evaluarla con detalle impide, hasta ahora, sacar conclusiones más concretas y rigurosas al respecto.Sin embargo, esta hipótesis podría venir confirmada por varios hechos.- Las afiliaciones aumentan, sobre todo, en sectores muy dados al empleo parcial y muy precario, como el de hostelería. O en el de educación, en donde el hecho de que hayan aumentado tanto las afiliaciones a pesar de los recortes indica que puede estar llevándose a cabo un proceso muy generalizado de reconversión contractual.- Además, porque la proporción tan elevada del crecimiento de afiliaciones correspondientes a trabajadores autónomos en realidad muestra que se está externalizando cada vez más la actividad laboral y que se tiende a des-salarizar las relaciones de trabajo. Lo que de ningún modo se puede considerar positivo.5. En cualquier caso, y volviendo a la primera idea con la que empezaba este texto, lo más importante es tener en cuenta un hecho fundamental: para evitar que la rotación contractual que pueda estar realizándose en el mercado de trabajo no nos despiste, haciendo que más afiliaciones nos parezcan que en realidad hay más empleo (es decir, más personas empleadas y durante más horas), lo importante es vincular el análisis de los datos laborales a los de la economía en su conjunto y, particularmente, a los relativos a la demanda interna y externa, pues es de ésa de la que viven las empresas que contratan a los trabajadores. Y eso, por supuesto, aparte de considerar la variable ingreso de la que no voy a acuparme aquí6. Lamentablemente, los datos (actividad sectorial, ventas de grandes empresas, exportaciones, etc.) nos muestran sin lugar a dudas que la demanda está deprimida. Por tanto, es imposible que de verdad se esté creando empleo neto salvo, como he aventurado, de modo muy incidental o vinculado a enclaves que no hacen red ni forman una estructura económica capaz de tirar del conjunto de la economía.Eso significa que sigue pendiente la tarea de poner en marcha otro tipo de políticas para salir de esta situación. En otros trabajos me he referido a ellas y lo importante es que, además de formularlas, haya sujetos políticos y empuje social capaces de ponerlas en marcha.


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Desconectado Blas Infante

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Re:Un buen artículo.
« Respuesta #5 en: 06 de Marzo de 2014, 21:53:15 pm »

      La entrada es acertada y buena reflexión. Apenas leo ni escucho nada que tiene que ver con la política o economía, es un hecho, estamos hipotecados de por vida y más allá de nosotros, nuestros hijos. Los años que vienen no serán nada fáciles.

    Saludos.
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