Tras un intercambio de varios correos, la profesora me dio largas cuando en su penúltimo mensaje citó textualmente una sentencia que contradecía su postura. Así que desistí, ya que mi reclamación, una vez aprobado, fue por apoyo al resto de compañeros para los que sí podía ser decisiva esta pregunta y por pura indignación al ver que el departamento no rectificaba en algo tan obvio.
Al menos espero que quienes han pedido que les vuelvan a hacer una corrección encuentren justicia.