Si estamos ante un supuesto de secuestro (parece la opción más probable), la razón del silencio es que la publicidad aumentaría el valor económico del rehén, obviamente si se tiene la pretensión de pagar por ello, ya que como sabemos esa opción (la de pagar) algunos gobiernos, como el estadounidense, la rechazan.
Acordémonos de Javier Espinosa que estuvo 194 días secuestrado en Siria. Recomiendo la lectura de su "Prisionero43". Es espeluznante el relato de su cautiverio.