-A mí se me fue la cabeza, y aparecí por la tarde para hacer el examen de Administrativo IV. Sale el examen y sorpresa! Era de Administrativo III. Convencida de que se habían equivocado, tuvieron que revisar todo, hasta que se dieron cuenta y sacaron el calendario y ahí me quedé con cara de tonta. Adm. IV había sido por la mañana.
Menos mal que me dejaron presentarme al examen de reserva.
-Otra vez, en un examen de Civil III, nos metieron en las mesas como sardinas en lata. Estábamos hacinados en una parte del aula para que pudiera vigilarnos un solo miembro del tribunal.
La compañera de la derecha, estaba haciendo su examen con tanto brío, que vibraba la mesa. Estuve por decirle que se pusiera unas hojas debajo de su examen, para amortiguar. También estuve a punto de sentarme en el suelo, porque me llego a ir más hacia la esquina y me tiran de la silla.
Me salió la letra tan sumamente mal (para colmo soy zurda de las de letra fea-horrorosa), que la profesora que me lo corrigió me lo dijo por teléfono.
-En otro examen, me colocaron al lado de un compañero que se estaba examinando de la misma asignatura. Como soy zurda y él es diestro, sin querer, se juntaron nuestras hojas de sucio. Vino una señorita del tribunal, y se empecinó en que eso lo tenía que notificar. Le expliqué por activa y por pasiva, que nadie había copiado ni cogido nada. Que si en los exámenes se ponía el número de fila y columna para sentarse, era para evitar situaciones como ésta. Y que si las mesas no eran individuales, no teníamos mucho espacio para removernos. Además de el hecho de que yo dejo las cosas al lado contrario que el resto. No entró en razones. El Director de mi CA se enteró y habló con ella. Como en realidad no había visto que nadie copiara, solo las hojas entremezcladas en medio de los dos, al final no pasó a mayores. Pero casi me da un infarto.
-En un examen de Constitucional, se me quedó el vigilante parado de pie detrás, un montón de rato. Era inquietante. Pensaba que estaba mirando a ver si copiaba, pero qué va! Cuando acabé, me dijo que le hacía gracia ver escribir tan rápido a una zurda (resulta que somos especímenes extraños).
Olor a metano de intestinos inquietos, vigilantes con zapatos ruidosos, señoritas del tribunal que se ponen frente a tí, leyendo el Hola, móviles sonando, gritos de todos los tipos, gente copiando, etc... es el pan nuestro de cada examen.