de hecho por que a mis 32 años estoy estudiando derecho? 1º xq me gusta y 2º xq mi profesion , han hecho entro todos en general, que me guste cada vez menos, de hecho la odio, pero por dinero a veces todo vale. espero en un futuro dejar de ser sirviente
Tomo la bifurcación sanitaria que ha cogido el hilo, el tema principal ya está muy trillado.
Entiendo que estés quemado de tu trabajo, pero como también entiendo al albañil, al transportista, al sexador de pollos, al pocero o a mí mismo que también me quemo y no del sol. Todos los trabajos queman, unos mucho más que otros, y también algunas personas son más susceptibles a quemarse que otras.
En vuestro oficio como en todos tenéis gajes y el que comentas lo he podido observar varias veces, por desgracia, como un mero espectador e incluso en alguna ocasión también como protagonista.
Es un asunto complicado cuando uno acude a un centro sanitario por ejemplo para llevar a un familiar por una urgencia médica grave. En tal situación, los nervios están a flor de piel, ver sufrir a alguien a quien quieres a mí me trastorna, lo que no significa que pierda las formas automáticamente sino que si alguien me toca los cojones en ese momento pues apaga y vámonos. Como digo, por desgracia he tenido que pasar por ahí en multitud de ocasiones, en la mayoría de ellas he tenido la suerte de dar con profesionales fabulosos, gente con auténtica vocación a la que no me extraña que se estén llevando a otros países, pero, en alguna que otra ocasión me ha tocado la china. Y que pasa cuando te toca la china, pues que se arma el lio. Ojo, no generalizo, hablo de excepciones, la mayoría de altercados con pacientes o familiares de los mismos seguro que os caerán sin comerlo ni beberlo, pero en algunos casos los provocáis vosotros mismos. SI, no me lo ha contado nadie, lo he visto y lo he vivido, hay mucho paciente y familiar mal educado (no es mi caso), pero también hay falta de educación entre el personal sanitario (incluidos celadores y personal de seguridad), o, peor aún, falta o inexistencia de vocación (imprescindible para vuestro oficio), o, lo peor de todo, algunos estáis quemados.
Y no digo que no tengáis derecho a quemaros, claro que sí, pero ese queme debéis dejarlo en la puerta del hospital o centro de salud y luego recogerlo a la salida. Realizáis una magnífica labor social, pero no por ello estáis exentos de esos gajes de vuestro oficio.
Dicho esto quiero resaltar que valoro en grado sumo cualquier profesión que realice su función dentro del ámbito sanitario, desde limpiadores hasta el cirujano más prestigioso.