A ver... Yo también creo que los gobernantes deben cuidar su imagen. Qué menos... No hablo de suntuosidad, pero sí de una imagen que no sea criticable y mucho menos un hazmerreír, como la melena piojosa de la ministra pelandrusca de Vnz, la repugnante barba del asesino represor de Fidel Castro (sólo le faltan en ella los fideos de la sopa), y la de Rajoy tampoco te la pierdas, que a veces parece que le cae hasta la baba (será porque es un baboso). Tampoco el siniestro y oscuro Aznar ha tenido nunca mucha pinta de lavarse habitualmente, y otra cosa... ¿Alguien se ha fijado la melenita rancia y acarocalada que suelen llevar casi siempre los políticos jóvenes del PP junto a su típico jersey de punto?. No, no es casualidad... creo que es su moda. Y en cuanto a la coleta del coletas (aún está por ver si nos gobierna o no -creo que mejor que no, aunque menos quiero a Rajoy-)... siempre y cuando la lleve brillante, bien recogida y se ponga traje ante la Merkel... por qué no?. Una cosa es que se le vea modernillo con su coleta, y otra que se vea un hippy con rastas.
En fin... Discúlpame, Silvia, porque no estoy escribiendo un comentario afortunado, pero como se está hablando de la imagen de esta gente, y estos 3 tienen pinta de guarretes, es lo que hay.
Por cierto... Va siendo hora de que matice que, aunque soy de izquierda moderada (centro - izquierda), sólo siento profunda repugnancia por el PP central, o más bien por los siguientes personajes, por orden de asco mayor a menor: Andrea Fabra (no sé cómo después de vomitar sobre los parados pudo librarse de que alguna la enganchase de los pelos por la calle), Wert (ministro de la mala educación y la desconsideración hacia el estudiante), Rajoy (puajjj... pero aun me caen peor los 2 primeros), y un largo etcétera, con máximo asco hacia todos sus chorizos.
Sin embargo, no me caen mal los peperos Celia Villalobos (esta tía es de pura izquierda), Soraya (pese a ser bastante conservadora la veo flexible), Feijoó (presidente gallego aparentemente conservador, cuando realmente es más bien progresista y liberal), y especialmente bien me cae el alcalde de Orense, que pese a ser del PP es un hombre muy progresista y defensor de los gatos callejeros como yo (los operarios municipales nos dan de comer y nos limpian con frecuncia las casetitas que nos pusieron en nuestros rinconcitos).
Es decir... Yo al alcalde pepero de Orense SÍ le daría mi voto, sin dudarlo, importándome un pimiento que sea del PP, de la misma manera que jamás habría votado al fascista de Paco Vázquez (alcalde coruñés durante 24 años), que es lo más retrógrado y de derechas que haya podido ser un alcalde de capital, posteriormente embajador en El Vaticano.
Que sí, que soy moderadamente de izquierdas y rechazo la derecha, pero ante todo voto por las personas, y especialmente a nivel local varía a veces mucho la cosa. Eso sí... A nivel central el PP siempre me ha causado un profundo rechazo, tal como me causa cualquier derechona (así como cualquier izquierda radical que ponga en peligro la paz y cause división crispante entre el pueblo). Los extremos siempre han sido, son y serán cancerígenos.