Esa formación política no necesita que yo, personalmente, me implique en su desprestigio. Se basta sola y a las pruebas me remito (salario SMI * 3 y luego bastante más, nepotismo –marido y sobrino-, preferencia por los amiguetes –meona-, voy en metro y luego en coche oficial, facturo 400 por una vía que me cuesta menos, pago en negro, contratos precarios, etc.).
La información que los políticos tienen que suministrar a la ciudadanía, en su webs y otros medios, es la de carácter institucional, y no dedicar estos recursos a contestar a los medios de comunicación que le son adversos.
Si no están de acuerdo con la información que los medios facilitan, que la combatan en los propios medios, convocando una rueda de prensa para explicarlo o acudiendo a las tertulias de televisión, ahora tan de moda.
Efectivamente, zapatero a tus zapatos: el Gobierno a gobernar, el Parlamento a legislar, el Poder Judicial a interpretar y aplicar las leyes, y los medios de comunicación haciéndonos llegar toda la información necesaria para que podamos formarnos una opinión.