Pues eso, que a veces uno se cansa de esta universidad o, más que de la universidad, del negocio que tienen montado algunos con los dichos manuales.
Ya no es solo que los libros cuesten una pasta, o que cada año saquen una nueva edición (falsa nueva edición, por cierto, porque la gran mayoría no es capaz ni de cambiar una mísera coma) sino que, además, a falta de dos días para que empiece oficialmente el curso (el jueves 1 de octubre se abren los cursos virtuales) falten una inmensa mayoría de libros por publicar. ¿No han tenido suficiente tiempo para publicarlos?
Y si a esto le sumamos que falta una gran cantidad de notas por salir... Muchos de nosotros estamos pendientes de esas notas para poder hacer la matrícula del próximo curso, algo necesario para poder programarnos el estudio.
Cualquier año de estos empezamos el curso en noviembre o diciembre, porque visto lo visto...
En fin, la vida sigue y esto, lejos de mejorar, tiende justo a lo contrario.