Jean Marie Le Pen ha hecho lo que cualquier fascista titular ha hecho, hace y hará a lo largo de la Historia, aprovechar situaciones de vulnerabilidad y sensibilización social para mandar mensajes de odio, venganza y revanchismo. Esto no es nada nuevo y este tipo de predicadores del ojo por ojo saben bien que tienen que argumentar y donde tienen que tocar para hacer saltar esa parte irracional que todos llevamos dentro.
Afortunadamente, y como de todo se aprende, sabemos que estas posturas no tienen ninguna justificación y que abandonarse al recurso primitivo de la retribución ni elimina el problema ni tan siquiera lo previene.
Estoy harto de oír el discurso de los pro pena de muerte, argumentar que es la manera más eficaz de persuadir el delito, y todavía espero que alguno de ellos me aporte datos de esa supuesta efectividad en los países que la aplican.
Y si harto estoy de los de la ley del Talión más harto estoy de los "ofendidos" defensores de la misma que para mas inri unen a su defensa el título de creyentes en alguna religión. Tanto unos como otros aprietan el botón de desconexión del raciocinio, y el no matarás de su credo lo aparcan con esa pasmosa facilidad suya para clasificar sus ideas según conviene al momento.
Si los demócratas creemos que nuestro sistema de vida es el correcto y queremos hacer gala de él, presumamos de él con todas las consecuencias que eso supone, entre las cuales está el no recurrir a lo mismo que los terroristas recurren.
Ahora vendrá el cruzado de turno a decirme que esto es buenismo barato, y puede que sea muy iluso, pero desde luego cuando caemos en creer que podemos disponer de la vida del otro y peor aún cuando creemos que la ley debería facultarnos para ello, hacemos flaco favor a la democracia.
Y pregunto a los foreros que tanto suelen ofenderse cuando Podemos u otro partido satánico como ellos los ven "ataca su catolicismo"...¿Si Dios es quien da vida, quien os creeis vosotros para disponer de ella? ¿Acaso sois dioses?.
En fin, cuidado con quedarnos en el cabreo del momento y cuidado con estos mesías del odio y la xenofobia.