Yo también vi el reportaje. Me pareció muy interesante.
Lo que yo voy viendo es que cuanta más titulación tienes, más difícil es encontrar trabajo. Muchos amigos y compañeros tienen varios curricula, dependiendo de a qué puesto de trabajo quieran acceder.
Lo que habéis comentado por ahí arriba, creo que es cierto: existen títulos que no tienen mucho sentido. Y al final, tenemos cientos de diplomados/licenciados/graduados/másteres que no tienen en realidad una salida muy concreta.
En la Universidad de Barcelona impartían un Máster en Homeopatía. ¿Qué salida tiene eso si ni siquiera está reconocido como disciplina científica?
A esto le añadimos que el mercado laboral está de aquella manera, y tenemos una mezcla con unas consecuencias terribles: miles de trabajadores con estudios universitarios realizando trabajos para los cuales están sobrecualificados.
Lo que los jóvenes deberían tener claro es a qué quieren dedicarse, o al menos, tener algunas preferencias, y luchar para conseguirlo. Hay trabajos para los cuales tienes que pasar sí o sí por formación profesional, como el caso de cocineros, camareros, secretarios, jardineros, etc... Ahora bien, para otros trabajos, no te queda más remedio que pasar por la Universidad: médicos, enfermeros, abogados, arquitectos...
El Máster que salía, creo que de IESE, no pagas por el Máster, pagas por los contactos que haces allí.
Existen estudios que muestran que los hijos de padres con ingresos bajos, tienen más posibilidades, en el futuro, de encontrarse en la misma situación económica. Entiendo que esa es la razón por la que muchas familias hacen grandes esfuerzos para enviar a sus hijos a la Universidad. El problema está en que, en ocasiones, esos esfuerzos son en vano.
Y luego ya tenemos casos que parecen el de Aurora Rodríguez Carballeira con su hija Hildegart (no sé si os dais cuenta de la historia, hay una película de los años 70 titulada "Mi hija Hildegart" que cuenta su vida). Es lo mismo que los que apuntan sus hijos a un montón de actividades extraescolares, que si violín, que si pintura, que si ballet... Y al final los niños no disfrutan de la infancia y del juego.
Es un tema que creo que da para mucho debate.