Estos estudios han de ser hechos desde la izquierda, es así. Ni más ni menos que porque el sector público necesita un cambio tan profundo que va a requerir numerosas reformas del sector, la mayoría de ellas para que el trabajador cumpla, atienda al usuario, se forme, se ajuste a su horario, produzca, trabaje, etc. Esto, que desde luego tendrá la oposición de los sindicatos, se tomaría como un escándalo si lo promoviera la derecha, ya se sabe, explotación del trabajador, deseos de privatizar, etc. Así, de vez en cuando se dan estos "diagnósticos de situación" que no son más que lo que hasta hace poco se llamaban "globos sonda" para ver cómo respiran las fuerzas sociolaborales patrias.
El gran problema del sector público es que no existe una autoevaluación, no existen unos criterios medibles para comprobar si unos trabajan y otros no, etc; y principalmente no hay voluntad de implantarlos. Con ello lo que se consigue es una estructura mastodóntica y chirriante semiestática y poco productiva (no digamos ya en función de costes). Al final, la historia es que ganas lo mismo trabajes o no, es que el que tienes al lado haciendo, no la mitad, casi ni la cuarta parte, no gana lo mismo que tú, sino más (probablemente por antigüedad).
De vez en cuando, algún gerente innovador, de esos que tienen un orgullo profesional que les hace tratar de hacer las cosas bien trata de modificar unas cuantas cosas. Principalmente controlar los horarios de entrada y salida e implantar criterios para evaluar el trabajo que se hace. Esto choca frontalmente con los sindicatos que ponen el grito en el cielo y se produce un conflicto durante unos meses que suelen terminar con el cese del gerente (el trabajador público es una importante bolsa de empleo)
Con los medios de los que dispone la Administración se podría hacer tanto que en ocasiones da pudor conocer lo poco que se hace. Pero hay tal cantidad de puestos innecesarios que es imposible cambiar esto sin que influya en las cifras de paro. Recordemos que en muchas ocasiones el trabajo público es un paro "enmascarado".
Yo soy trabajador público, que no funcionario. Compruebo todos los días como no sólo no tiene valor ninguno trabajar, cumplir el horario y tratar de hacer las cosas bien (que suele costar lo mismo que hacerlas mal, por otro lado); sino que incluso está mal visto por una parte importante de tus compañeros. Tu forma de hacer las cosas puede hacer más evidente las suyas, demostrando que SE PUEDE, y eso no interesa. Tus innovaciones, pueden hacer que se modifiquen sus plácidas condiciones laborales y eso no interesa. De esta manera se dan situaciones hacía ti que si las tuviera que definir algún sindicato respecto de alguno de los suyos hablarían de "mobbing". Y esto ocurre TODOS LOS DIAS.
En estos momentos hay un médico del sistema público (primaria) de Gijón sancionado con tres meses de empleo y sueldo y modificación del lugar del trabajo. Su falta objeto de tal sanción? negarse a someterse a una prueba psiquiátrica y haber presuntamente insultado a un compañero. La realidad es que ese hombre no sólo trabaja de 8 a 15 sino que si ha de estar con algún paciente hasta las 16 lo está. Esto demuestra que los que dicen que no tienen más remedio que dedicar 5 minutos a cada paciente puede que sea porque entran a las 9:30 y salen a las 13:30 (parando por el medio para un café de 45 minutos claro), y sus pacientes esperan no porque trabajen mucho sino por qle poco tiempo que pasan en su centro de trabajo. Este hombre ya ha estado de baja por depresión por el trato que recibe de sus compañeros, según ellos "se piensa que sólo traba él". Él no denuncia a nadie por ello pero a él SI le han denunciado por insultar; de esta manera, para un trabajador público que se lo curra, la Administración va y lo sanciona. No es un caso aislado, es el actual. Allí donde fueres haz lo que vieres, y como saques los pies fuera del tiesto ya sabes lo que hay. (A este no hay sindicato que lo defienda, sus propios pacientes han creado una plataforma para hacerlo).
Más. En diciembre del 2003 se aprobó el Estatuto Marco del Personal Sanitario y la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias. En él se prevía, como estímulo profesional, la llamada "carrera profesional" una forma de promocionar en función de cursos recibidos e impartidos, productividad laboral, docencia universitaria, cumplimiento de objetivos , incluso algo tan raro como "compromiso con la institución". Según esos parámetros se darían 4 escalones que se traducían en un incremento salarial (por cierto , último hasta la fecha) y daba un máximo de 4 años para ponerlo en práctica de máximo. Pues a la hora de implantarlo, gracias a las negociaciones de los sindicatos, CAFÉ PARA TODOS, lo único que cuenta para superar los 2 primeros grados son los años trabajados, la maravillosa antigüedad, y de los otros dos, ya hablaremos. Ya no hay estímulo ninguno, ahora es para todos porque SI, que bien, luego nos quejaremos. Por cierto, como es para todos, aunque lleves 35 años rascando el ombligo, y no sólo para quien se lo curre, pues tocamos a menos y claro, es poquito. Chachi, lo de la igualdad por lo bajo. Pero ha de ser así no fuera a ser que alguien se viera obligado a trabajar no sabiendo lo que es eso.
Y me imagino que como estos casos habrá cientos en todos los lugares y en todas las administraciones. Otro gran problema es la superposición de 3 administraciones para hacer una sola cosa, si requería 2 personas que planearan el trabajo y 2 que la ejecutaran; habrá 6 que lo planeen y 2 que lo ejecuten (esto no aumenta mucho que currar cuesta, ahora los gestores-organizadores , como champiñones oye; y ya "asesores" o "adjuntos", esos como setas).
Respecto a la forma de acceso, otra risa. Primero porque cada administración y casi cada institución tienen una libertad para articular los procesos de selección que casi son decisiones discrecionales que sólo mantienen el formalismo del nombre OPE (Oferta de Empleo Público) y segundo porque en los últimos años se han puesto de moda las terribles "Consolidaciones", que son maravillosas. Yo sólo conozco la de la sanidad, pero imagino que en otras administraciones son parecidas. En 2000 los médicos llevaban años y años sin haber dispuesto de OPE en la que conseguir una plaza fija (unos 12 o 13 años) y con buen criterio se organizó una Consolidación de empleo para darles la oportunidad de conseguirlo. Entonces llegó el CAFÉ PARA TODOS de los sindicatos y dijeron que para todas las categorías, cuando la realidad es que éstas SI habían dispuesto de múltiples OPEs y quien no había sacado su plaza era porque la habían sacado otros con más mérito, no porque no hubieran tenido oportunidad. La prueba es que muchos SI habíamos conseguido esas plazas, con esfuerzo claro. Se articuló de forma que lo único importante fuera el tiempo trabajado, en otras palabras las interinidades, siendo el examen una risa o una "memoria", terrible; así se regaló la plaza precisamente a quien llevaba 12 años demostrando que era incapaz de aprobar uno sólo de los muchos exámenes de oposición de los que había dispuesto. Este es el mérito que hay que tener, si te llaman por teléfono porque hay una vacante y tu eres el primero de una lista de contratación (donde en muchos casos tampoco cuenta la formación) y estas ahí muchos años acabarán regalándote la plaza (que no es tuya por mucho que la ocupes) por mucho mérito que demuestren los demás y mucho demérito que demuestres tú. Eso sí, has de asegurarte de que el grueso de los sindicatos está formado por interinos o al menos que sus intereses en que no cambie absolutamente nada son coincidentes.
Espero que no tarde mucho el día en el que hay que trabajar, fichar al entrar y al salir, y sobre todo que NO todos seamos iguales, porque no todos lo somos.
Hasta pronto.
PD; Hay interinos de los que consiguieron su plaza mediante la "Consolidación" que son verdaderos expertos en lo que hacen y dedicados a su trabajo, pero son las excepciones; en general se regaló el trabajo a quien menos había demostrado y además más tiempo llevaba trabajando al "ritmo" del sector público; disminuyendo así MUCHO la calidad de los servicios que se prestan al usuario al no haber tenido en cuanta el mérito ni la capacidad.