Para muestra un botón.
La tendencia a financiar (vía impuestos) a las familias numerosas, habida cuenta que esas familias suelen adolecer de unas creencias muy poco tolerantes y abiertas (usando tu nomenclatura), ya que en los tiempos actuales se hace difícil encontrar un ejemplo de familia numerosa que no esté involucrada directamente en ambientes de cerrilismo religioso de todo tipo, conlleva, casi necesariamente, la proliferación de elementos futuros marcados por el integrismo. Lo que inevitablemente resultará, en el futuro, en una pérdida de libertades, puesto que esos elementos, considerados individualmente, disfrutarán del mismo poder de decisión que el resto. Pero, considerados como grupo, serán más. Con las consecuencias que fácilmente podemos imaginar.
Yo, desde luego, no deseo ayudar a que estos integristas (me da igual la religión o las rarezas que profesen) tengan más y más vástagos. Y por ello considero injusto que se detraigan fondos de un peculio más que bien ganado para financiar unos polvos que no darán más que lodo.