Totalmente de acuerdo, Lili. El problema de los animales no es que seamos diferentes a ellos, sino que somos más bien una especie de animales ensoberbecidos. Leyendo los debates que se produjeron cuando Darwin hizo sus proposiciones, se comprueba que la inteligencia a veces sirve más bien para oscurecer nuestra mente. Somos animales "racionales" capaces de destruir su habitat, pero eso no nos proporciona una evaluación verdadera sobre nuestra capacidad. Pero abandonar lo jurídico es debilitar nuestros argumentos en cuanto lo que está fuera de lo "puesto" no existe. Por eso yo planteaba la necesidad de un reflexión sobre si es jurídicamente razonable mantenerlos fuera de las puertas del derecho. Creo que hay dos derechos, uno instrumental, formalista, con unos contenidos muy pegados al tráfico en tre los humanos, y otro superior, capaz de salirse de si mismo y que reflexiona sobre la importancia de basar la actividad jurídica en unos principios superiores. Creo que ahora lo llaman el derecho de los principios, que intenta superar el reducir el derecho sólo a lo positivizado. Y de ahí pasaba a algo que seguro ofenderá a muchos humanos, pero a mi entender, sin razón: Si ser sujeto de derecho no implica forzosamente inteligencia que, se enuncie o no, es el valor superior que esgrimimos para situarnos en el centro de la creación, habremos de ser honrados intelectualmente, y admitir lo que es cierto, que alguien en coma no tiene inteligencia (creemos). Pero ¿sería eso causa suficiente de expulsarlo del reino de los derechos jurídicos? Diríamos que no, que después de todo, tiene sensibilidad (supongo que a las personas en coma les duele el dolor; no lo sé, ahora que lo pienso, porque a un anestesiado parece que no le duele nada; pero incluso refuerza la argumentación). Entonces ¿por qué les negamos a los animales ese beneficio, si sí sufren con nuestro maltrato? Por otra parte se habla de dignidad, y cabe ese argumento tuyo: nuestra dignidad se construye y destruye diariamente; no creo que esos que están machacando cabezas de focas en Canada crean reamente en ese tipo de conceptos. Más bien son hijos de... noooo,... iba a decir hijos de Mercurio, dios de los mercaderes y ladrones (que inteligentes estos antiguos). Y creo que elevar a los animales a nuestra dignidad elevaría la nuestra propia. La argumentación contraria crea un mecanismo que puede incluso derivar en un clasismo de inteligencias absurdo (es una hipótesis, nada más) en el que el doctor tenga más derechos que el licenciado, etc. etc. etc. diplomado, bachiller, eso, primaria, analfabeto. Creo que el derecho verdadero ¿y cuál es? debería atender a la coherencia en los argumentos y a la obligación de que no se contradigan, casi como si fueran una matemática. ¿Cuál es? pues no forzosamente el posiitivizado, sino aquel que disfruta de una doctrina jurídica interna coherente consigo misma. Y hago una salvedad: para mí hay derecho positivo y derecho no positivo, pero que es derecho. El derecho romano es derecho, no "era" derecho (y al margen de que, por lo visto, aún se pueda invocar en Cataluña) aunque no tenga eficacia actual. Sus máximas, las buenas y las malas, aún ilustran nuestra interpretación y aprendizaje, aunque no sean esgrimibles en un proceso, por ejemplo. Y todo el derecho natural es una ilustración jurídica no positiva. En esa racionalidad es en la que hay que insisitir (creo yo), reforzada, complementada, con la inclusión de los derechos de los humanos son torturados por unas práctica salvajes con unos seres vivos. Si se quita un cartel porque hiere la sensibilidad del expectador o del veedor, o como se diga ¿por qué no articular nosotros nuestro derecho a que nos torturen diariamente con el conocimiento de que hay unos seres a los que se les hacen diariamente cosas horribles?
Y como este asunto parece que decae, puedes invitar, como reiniciadora del subforo, a un ejercicio profesional que sería curioso: que quienes no creen en esos derechos, los defndieran, como demostración de capacidad argumentativa. Asistir a ello sería un espectáculo (cosa que, por supuesto, se puede hacer con otros temas).