Parece que nuestra querida ministra, escupiéndole a la cara a las verdaderas feministas que lucharon por la igualdad de derechos de la mujer, pretende acuñar un nuevo concepto de igualdad, con idéntica denominación pero con un significado contrario.
Ahora pretende crear una biblioteca para la mujer, de la mujer, por la mujer...en fin, que después de tanta lucha para poder participar en régimen de igualdad en la vida pública y social, esta señora se empeña en enclaustrar a la mujer en reductos sexistas, solo para mujeres, prohibiendo el paso a libros escritos por hombres. "Pobrecitas las mujeres, delicadas e indefensas, que necesitamos un reducto en el que poder sentirnos agusto, fuera del peligro del mundo real" ¿podéis imaginaros algo más machista? Yo desde luego no.
Pero es que vamos a ver, estamos en un país machista; un tipo de machismo que nos perjudica a todos, hombres y mujeres; un machismo que tenemos que esforzarnos en eliminar, pero en todas sus expresiones, no solo en las les que interesa a unas cuantas. Pero es que mientras exista machismo las feministas radicales siguen teniendo cuartada para sus fascismos.
Decía alguna compañera que no se considera feminista, aunque se haga eco de un artículo que viene a decir que los hombres somos, en esencia, un pene con ojos. Por supuesto que no es femista; feminista soy yo (en el sentido clásico de la palabra).
Un saludo