Intuyes mal. Ni soy católico ni siquiera cristiano. La mayor parte de las cosas en las que me baso para vivir no las entresaco de ninguna enseñanza religiosa porque no creo en Dios alguno. Pero los moros son guarros, feos de cojones y además me caen mal. Y eso no lo digo porque yo sea cristinao, sino porque lo son y mi vista y mi olfato no me engañan.
Los moros y los cristianos podrán pasar o no de la Constitución, pero a mí me la refanfinfla bastante el cuadernillo ese. Lo que sí tengo claro es que las normas deben ser iguales para todos, y que el que no las cumpla palo hasta que cante en alemán, sea moro, cristiano o de su p.m. Y aquí, los cristianos sí suelen cumplir esas normas (aunque les jodan), mientras que los moros hacen lo que les viene en gana. Así que yo, en nombre de mi sacrosanta libertad, opino que son guarros, feos y malos. Y si la Constitución dice otra cosa, la Constitución se equivoca.