No entiendo tu actitud, Carmencita.
No sé si eres una monja infiltrada o si te paga el Vaticano pa que los defiendas (hábida cuenta de la brillantez de la defensa, te debe pagar una miseria).
No sé si nos ves como gilipollas a los que hay que informar que la pederastia no se da sólo en el maternal seno de la católica, apostólica y pollas en vinagre... Ya lo sabemos, Carmencita, así que cambia el disco.
Patético el paralelismo que "sutilmente" intentas establecer entre tu ejemplo del maestro, el silencio a posteriori de las víctimas y el silencio de la jerarquía católica.
Me extraña que sepas de tantos ejemplos, quizás deberías empezar a revisar tus "ámbitos" de actuación, no sea que a la gente, que es mala, malísima, le dé por pensar mal y , quizás, acertar.
Por cierto, tu manera de relatar el ejemplo del maestro me lleva a preguntarme: y ¿no será que en tu pueblo o en el de al lado regalan títulos de derecho al comprar 100 gramos de chopped? Y perdóname l a ironía "cruel" pero tus argumentos me tocan ya los cojones. Más que nada porque los sigo viendo como un intento de justificar a la iglesia...Porque, entérate Carmencita (bien cierto es en tu caso aquello de que no hay peor ciego que el que no quiere ver) que de lo que hablamos muchos aquí no es de la pederastia en sí sino de la aberrante e inhumana reacción (si la hay) de la iglesia católica, de sus silencios, de su táctica de recolocar a los presuntos en el culo del mundo y esperar a que la noticia se olvide.