Los padres no son seres perfectos, los maestros no son seres perfectos y los niños no son angelicales, haber si empezamos, ya, a llamar a las cosas por su nombre.
Nadie estamos por la labor de dar un cahete, pero dices que no pasa nada por ello y tiemblan los cimientos de la educación, digo que de llamar maestro se ha pasado a llamar profesor, de profesor a señorita, de señorita a seño, de seño a PEPITA, de Pepita a la tia esa ,y de la tia esa a dar una patada a la maestra y nadie hace un triste comentario.
Ya esta bien, a las cosas por su nombre. Actualmente los profesores han perdido toda autoridad, y es una lástima, no tienen el apoyo ni de los padres ni de la Administración .Es un cuerpo maltratado socialmente e incluso fisicamente.
Estamos hablando de la generalidad, no de la patología del niño escolarizado, que por supuesto existe.Y como nadie es perfecto, pues unas veces es bien diagnósticada y otras no.
El porcentaje de niños diagnosticados de hiperactividad que simple y llanamente termina descubriendose que son maleducados es cada vez mayor.
Saber asimilar un error de un profesor en un momento dado, también sirve para la Universidad de la vida y mucho.