Alatriste. Si quieres criticar casos de corrupción, hazlo. Si no quieres, no lo hagas. Si te molesta que esos casos que están saliendo a la luz afectan a tu partido preferido, cuánto lo siento. Pero ello es una evidente muestra de tu partidismo político, no ya diré de tu hemiplejía moral, a no ser que vivas en otro mundo donde no haya, efectivamente, ni derechas o izquierdas, un mundo neo-com, neoliberal, allí donde los bancos cuando se forran se forran ellos y cuando entran en un cataclismo los pobres han de arrimar el hombro (para eso están), donde ya la línea cerebral sea plana por tetraplejía.
Un poco de ilustración:
Hemiplejia moral es un término acuñado por el filosofo español José Ortega y Gasset, en el prólogo para su obra en versión francesa de "La rebelión de las masas" publicada en mayo de 1937:
Ser de izquierdas es, como ser de derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejia moral...
Su intención con este término es criticar a las personas que autodeterminándose dentro de la derecha o la izquierda políticamente hablando, son incapaces de pensar de una forma extensa, más allá de su ideología. Y ya no solo como una limitación del pensamiento, sino, tal y como era Ortega y Gasset, visto desde una perspectiva de la filosofía. El hombre, viene a decir, no debe centrar la visión de su vida o de sus actos desde la óptica de la política, sino desde la óptica (y esto es lo que viene a decir dicha cita) de la filosofía, que es la verdaderamente innata en el hombre.