La muerte ayer de un corredor en el encierro de los Sanfermines, y el tratamiento periodístico de este hecho, reabre el debate sobre estos temas. Se han escogido -exhibiéndose hasta la saciedad- imágenes bastante morbosas de la noticia. Por otro lado, debemos recordar que conviene extremar la seguridad en estos actos. Las autoridades tendrían que retirar del recorrido a los menores y a quienes no estén debidamente capacitados para efectuar el recorrido.
El año pasado un Juez retiró la custodia a un padre que animó a su hijo a correr. También se debería prohibir participar a los borrachos. El número de éstos es alto, ya que muchas personas necesitan estar algo bebidas, con el propósito de reunir valor suficiente para participar en el encierro. No prohíben la participar de éstos porque quedarían muy pocos corredores, de modo que la carrera quedaría deslucida.
Los índices de audiencia no justifica que se promocionen los espectáculos con maltrato de los animales, como es el caso que nos ocupa. Además calculan el número de muertes, pero en este número no incluyen a los animales. Una sociedad que se recrea en el dolor de un animal está enferma. Incluyo a continuación unos párrafos de la Ordenanza que regula los Sanfermines. Algunas frases son muy curiosas, otras explican que nada cambiará, a menos a corto plazo, ya que la celebración de estas Fiestas interesa mucho económicamente.
Ordenanza de los sanfermines - EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Las fiestas en honor del glorioso San Fermín, copatrono del antiguo Reyno de Navarra-Tierra de Diversidad, son parte singular del patrimonio cultural, de la identidad, la idiosincrasia y la personalidad de nuestra ciudad y poseen una gran dimensión internacional por la que esta capital foral es conocida en todo el orbe y se convierte en meta turística de multitud de visitantes de las más diversas nacionalidades y regiones.
El Ayuntamiento, consciente de su responsabilidad ante Dios y ante la Historia en la modernización y progreso de la ciudad y en la protección, invención y recuperación de sus tradiciones, decide dar un paso más en la misión de regeneración moral en que está empeñado con un impulso decidido a la mejora de las pautas de comportamiento cívico, la optimización de la convivencia ciudadana, la implementación de las medidas que posibiliten la mayor armonía vecinal, la preservación del acervo social comunitario, el fomento del respeto mutuo, el aseguramiento de la tranquilidad pública, la protección de las libertades, la promoción de los valores y principios que fundamentan nuestra comunidad, la defensa de las normas esenciales de buena conducta y la prevención de las actitudes de insolidaridad y falta de consideración al prójimo y de incivismo, la garantía del orden y de la seguridad, en definitiva, la construcción de unas fiestas cada vez mejores para nuestros convecinos y convisitantes.
Más adelante dice:
Asimismo se incluyen normas dirigidas a potenciar la imagen exterior de las fiestas. Es compromiso del Ayuntamiento satisfacer las expectativas de quienes nos visitan o presencian las fiestas a través de los medios de comunicación, y tarea de todos los vecinos contribuir a su máximo rendimiento turístico. Contra una visión egoísta y de corto alcance hay que recordar que los Sanfermines no son solo para el gozo y disfrute de los vecinos de Pamplona sino que contribuyen grandemente a la prosperidad material y al desarrollo económico de la ciudad, asegurando a largo plazo la privilegiada y merecida posición de liderazgo que ocupa en la vanguardia del bienestar mundial y en el ombligo de los países más desarrollados. Debemos proteger, pues, a los turistas frente a los excesos de ciertos indígenas.