1. El de Hacienda y sus 122 fórmulas matemáticas sin verificar, que te saltaba del primer paso al décimo y no comprendías cómo había evolucionado la fórmula. A mí, que no soy precisamente malo con los números, me costó Dios y ayuda ordenar las fórmulas. Y luego, aparte, en el estilo, no le entendía en absoluto.
2. Entre el de Laboral y el de Penal, una cosa muy densa.
3. Derecho Fiscal: odioso, lo saqué como pude, de mala manera.
4. Administrativo: odioso, terriblemente mal escrito, no completaba las frases, era horroroso. Sin embargo, tuvo la habilidad de hacer que dominara la materia más de lo que la habría dominado por lo poco que me gustaba.
5. Privado: lisa y llanamente incomprensible. El libro no te introduce para nada en la materia, confunde los conceptos, no explica algunas diferencias sutiles y no orienta para los casos.
Sin embargo, la dureza del camino es lo que nos prepara: los libros buenos para los efectos académicos crean una falsa seguridad en que dominas ese área. Y no es así, una cosa es el área y otra la materia académica.