La labor de ETA se ve enormemente facilitada por el carácter anárquico de partidos e instituciones.
Por continuar con Maquiavelo.
El método Borgia, no parece por ahora viable, la situación no está digamos madura, por ello es preferible por ahora el lassez faire moderado.
Me explico: hay síntomas claros de agotamiento del régimen constitucional, de modo que o la cosa (me niego a llamarla Estado, por su componente fuertemente anárquico) se reforma o morirá traumáticamente y, entonces, el método Borgia será inevitable y habrá que acudir a él de un modo drástico y devastador. Ahora bien, como resulta que con frecuencia, el mundo imaginario es más real que la propia realidad, queda otra vía.
Digamos que todavía algunos no han percibido (o prefieren seguir soñando) la gravedad de la situación. Por eso el lassez faire se me antoja como inevitable, en la medida en que, todavía no se han escrito unos cuantos libros que tienen que escribirse, no han salido a la luz una serie de informaciones y claves que por ahora desconocemos y, consiguientemente no sabemos exactamente qué tenemos. Tampoco los filósofos y tratadistas contemporáneos han perfilado una línea de pensamiento que permita sintetizar problemas y soluciones. Hay mucha confusión a la hora de ver la verdad y, mucho miedo a la hora de expresar esta verdad. Cuando nos sacudamos esta estupidez, entonces empezará a faltarle a la bestia etarra su mayor alimento: el carácter anárquico de las instituciones que puede verse en las Leyes de educación, en las blandísimas leyes penales, en lo mal que defienden las Instituciones estatales sus competencias, en lo mal que defendemos los hispanos nuestros derechos o, en el excesivo bombo que se les da a partidos anárquicos, inútiles e inoperantes como el PPSOE. Lo cual no es de extrañar, pues el virus anárquico también se ha extendido a los medios de comunicación.
Y no es de extrañar que los que de verdad manejen sean los terroristas, los mafiosos, los enemigos de la libertad, etc. pues el espíritu anárquico que predomina en todos los niveles de la sociedad española es su mejor aliado.