Amigo, en otros hilos, he defendido las medidas de los Estados Unidos que, en clave de política interna ha sido inteligente. Me explico: la política exterior debe estar al servicio de la política interna, no al revés.
Hoy, cuando Estados Unidos ha abandonado este principio tan elemental, está en decadencia, pero no por la cosa exterior, sino por la cosa interior. Lo que ha de guiar una política interior, es el control de los flujos migratorios, así como una legislación penal severa y la igualdad real y efectiva de derechos entre hombres y mujeres. Cumple con el segundo presupuesto y lo aplaudo, pero no así con el primero y el tercero, en la medida en que está facilitando la inmigración musulmana. El problema lo tiene dentro, fuera también, pero sobre todo dentro. Si siguen con ese crecimiento y esa dejadez, no tardarán en convertirse en una república islámica. Y esto no es filosofía y mística, esto son matemáticas y las matemáticas no son interpretables. El hecho es que utilizan a las mujeres como vacas lecheras y así es como consiguen multiplicar su población, gracias a un régimen de servidumbre patriarcal y gracias al terror que imponen sus lobbys sobre los posibles apóstatas, a los que castiga con muerte atroz. Lincoln no se dedicó a expansionar Estados Unidos, ni a salvar el mundo, sino al problema de la Guerra de Secesión, una guerra cuyos avances hoy se cuesitonan e incluso, se están volviendo atras. Es decir que los totalitarios están en guerra para dar vuelta atrás a ese principio básico que es el de igualdad esencial en la dignidad. Hoy se pitencia la desigualdad de derechos, con el ropaje de un falso igualitarismo. De igual modo, a Franco ni se le pasó por la cabeza entrar en la Guerra Mundial y esa fue otra gran victoria: que nos salvó de una guerra que no nos interesaba.
Luego en España se da una paradoja: nos hundimos y nos lanzamos a salvar el mundo, como en la época de las guerras de religión. Ahí estuvo su perdición. Una paradoja que se resume en guerra sin enemigo y enemigo sin guerra. Se hace la guerra en el exterior, contra gente que para nada nos ha causado ninguna injuria. (Guerra sin enemigo) Y se dejan podrir problemas internos importantes, como el de la inmigración-invasión-involución, la Constitución, el terrorismo y el feudalismo totalitario que algunos llaman nacionalismo. (Enemigos sin guerra, problemas a los que no se hace frente).
Omito todo comentario respecto a que nos ayuden o no en una Guerra Civil. Nos deben ayudar sólo en la medida en que sea una acción sensata de política interna. ¡Y además, habría que ver a quién ayudan! Lo mismo ayudan a los terroristas etarras y a los invasores musulmanes y para esa ayuda, mejor ninguna.
¿Guerra contra los talibanes que no nos han hecho nada, pero no contra la invasión islámica o contra el nacionalismo que es al tiempo, terrorista y liberticida?