Me alzo como portavoz de un grupo de alumnos que nos hemos examinado ayer en Madrid de los exámenes de diciembre para denunciar lo siguiente:
Es increíble el tipo de centro donde nos han enviado, aunque parece que es costumbre examinarse en jacinto verdaguer, un centro obsoleto, sin condiciones mínimas para hacer un examen confortable, sin lector óptico, sin medidor de tiempo, me refiero a que ni funcionaba el reloj colgado de la pared, con controladores que no paraban de hablar durante las dos horas que duró el examen, sin control de dni a la entrada, llamando a voces para cada materia como en una feria sin seriedad, un papel rayado de niño para realizar el examen, nada de folios din A4 normalizados, haciendo los justificantes de asistencia a mano, sin controlar el dni cuando se entregaba el examen, con una cafetería que no cabían ni diez personas, ubicado a las afueras de Madrid, un centro venido a menos como de colegio de primaria de hace treinta años, quizás demasiado lejos y destartalado para los que nos desplazamos de toda España a realizar nuestro último , entre comillas, examen ...........en fin, soy portavoz de un grupo grande de alumnos que allí estábamos de todos los rincones de España y las islas. Estos son los hechos.
Ahora los derechos vosotros los esgrimireis fácilmente sin tener que pensar mucho y la sentencia está clara. Sorprendente con la matrícula que pagamos que nos envíen primero a Madrid y luego a ese centro tercermundista, nada acorde con el desembolso que llevamos realizando desde el comienzo de la carrera ni con el que hemos tenido que soltar para desplazarnos a Madrid. Fin.