Entre los episcopaliáîos de Estados Unidos fue muy conocido el caso de William Edward Thompson, casado y con cuatro hijos, ministro asistente en Catonsville, Maryland, que abusó de varios niños.
El obispo episcopaliano David Johnson, de Boston, retirado en 1995, se suicidó acusado de abuso de menores. El obispo Stephen Plummer de la diócesis episcopaliana de Navajoland tuvo que renunciar por denuncias. Igualmente lo hizo Wallace Frey de Nueva York, que tenía uno de los más altos cargos de la Iglesia episcopal, y tuvo que renunciar en 1992.
En 1991 renunció por acusaciones un obispo luterano. En 1993 hubo denuncias contra 400 clérigos no católicos y otros 300 habían sido acusados desde 1984. En 1993 hubo denuncias contra clérigos episcopalianos, metodistas, luteranos, presbiterianos y ortodoxos griegos.
Quizás el caso peor de todos fue el del pastor luterano Gerald Patrick Thomas, que abusó durante años de menores y fue condenado a 397 años de prisión. Su Iglesia está afrontando un juicio para pagar más de 100 millones de dólares por este caso. Él era homosexual y apoyaba el movimiento gay.
Han sido también famosos por sus escándalos, los telepredicadores pentecostales Jimmy Swaggart, Jim y Tammy Bakker. Quizás el peor caso entre los pentecostales es el de Tony Leiva, que había sufrido abusos de niño y él lohizo a lo largo de su vida. Él era un pentecostal independiente. Estuvo preso varios años y después de salir de la cárcel de nuevo fue arrestado en Haití. Otro
famoso predicador protestante fue Allan Boesak, sudafricano, también acusado de abusos.
El año 2002 el periódico evangélico World, publicó el caso de tres pastores que habían tratado de excusar sus abusos sexuales sobre la base de que el sexo fue consensuado. En mayo del 2002 el reverendo John Lunxdin, un pastor luterano que preside el Interfaith sexual trauma Institute afirmó que estaba muy extendida la pornografía de internet entre los ministros protestantes.
En cuanto a la Iglesia anglicana de Canadá, el año 2.000 fue golpeada fuertemente por juicios contra pastores. Entre los bautistas hubo un caso muy conocido, pero no muy propagado en los medios de comunicación: el caso de tres hermanos pastores bautistas, que afrontaron al mismo tiempo los mismos cargos de abusos de niños.
En cuanto a los anglicanos de Australia, Alan Sapsford, presbítero anglicano, abusó de varios niños. Cuando los papás acudieron a la policía, se detuvo la investigación, porque el jefe de la policía era amigo de Sapsford, quien murió repentinamente. Ahora el obispo tiene que lidiar con los abogados de las víctimas para pagar los gastos.
En 1998 el sicólogo clínico y eminente anglicano Michael James Crowley informó de pedofilia en la iglesia anglicana de Tasmania en su libro Not the way of Christ.
Ian George, arzobispo anglicano de Adelaida, admitió los fallos de varios sacerdotes y dijo: Confesamos que han sido tiempos en los que nosotros no hemos actuado con la compasión de Dios.
En el periódico Los Angeles Times del 25 de marzo del 2002 se habla de una encuesta realizada entre los bautistas en 1993 y que descubrió que el 14% de los ministros habían tenido alguna conducta sexual impropia y el 70% dijo conocer a algún ministro que la tuvo.
En una encuesta del Christian ministry resources (CMR) sobre 1.000 iglesias a lo largo de Estados Unidos, se habla de que las denuncias de abusos sexuales en una década eran de 70 cada semana, habiendo bajado a partir de 1997. Anson Shupe, de la universidad de Indiana, dice que podrían ser más de 70 a la semana. Él visitó 1.607 familias casa por casa y en el 4% algún miembro de la familia había sido víctima de abuso por clérigos u otros miembros de la iglesia. Y dice: Los católicos han acaparado toda la atención por parte de los medios de comunicación, pero el problema es aún mayor en el interior de las
iglesias protestantes. El 21% de las denuncias reportadas terminaron en juicios o arreglos fuera de la corte.
Una conclusión sorprendente fue que otros niños menores son abusadores en la misma proporción que los clérigos o el personal de las iglesias. En 1999 el 42% de los acusados eran voluntarios, 25% empleados pagados (clérigos incluidos) y un 25% eran otros niños menores.
Associated Press declaró que tres compañías de seguros de Iglesias protestantes en USA recibieron 260 denuncias de abuso sexual de menores por año. Hay que considerar que muchas iglesias no tienen seguros y no contabilizan sus casos de abusos de menores, lo que indica que esos casos son más que los de la Iglesia católica.
Gary Schoener, sicoterapeuta de Minneapolis, recibió durante 10 años más de 2.000 denuncias de abusos sexuales entre los protestantes.