“Si los terroristas deciden dejar las armas sabré ser generoso”.
(José María Aznar, 3-3-98)
“Estoy dispuesto a tomar todas las iniciativas que fuesen necesarias si viésemos que podía entenderse o podían darse pasos positivos para que esta situación de cese de la violencia diese lugar a un proceso definitivo de paz”.
(José María Aznar, 3-3-98)
“Con la violencia no se consigue ningún tipo de ventaja política, pero estoy dispuesto a ser generoso si es necesario, a ser comprensivo, si eso ayuda al final del terrorismo, es lo que tiene que entender todo el mundo, no es un camino sencillo”.
(José María Aznar, 5-3-98)
“Merecería la pena hacer el esfuerzo de la generosidad si con ello conseguimos la paz".
(José María Aznar, 4-5-98)
“En dicho proceso (de paz), quiero decirles que el Gobierno incorporará una nueva orientación de la política penitenciaria consensuada, flexible y dinámica que acompañe los avances que se vayan produciendo en el aseguramiento de la paz”.
(José María Aznar, 2-10-98)
“El Gobierno y yo personalmente hemos procurado a lo largo de estas semanas, en declaraciones y en hechos, transmitir señales de lo que estamos dispuestos a hacer por la paz”.
(José María Aznar, 11-10-98)
“Ya he dicho que el Gobierno está dispuesto a acompasar la política penitenciaria a los avances que se produzcan en el proceso de paz. A veces hay una inversión de valores que parece obligarnos a los demócratas a dar pasos. Lo que debemos tener son actitudes abiertas”.
(José María Aznar, 11-10-98)
“En ese momento se darían las condiciones para que los partidos firmantes del Pacto de Ajuria Enea se pusieran a desarrollar los compromisos de ese pacto en materia de reinserción, que es otro aspecto más de la política antiterrorista”.
(José María Aznar, 11-10-98)
“El Gobierno y yo personalmente he autorizado contactos con el entorno del Movimiento Vasco de Liberación.(...) Estoy seguro que al mantenimiento de ese principio (discreción) me van a prestar ustedes su colaboración y su comprensión entusiasta.”
(José María Aznar, 3-11-1998)
“Por la paz y por sus derechos no nos cerraremos, sino que, por el contrario, nos abrimos a la esperanza, al perdón y a la generosidad, y por la paz pondremos lo mejor de nuestra parte para hacerla definitiva con la ayuda y la esperanza de todos”.
(José María Aznar, 5-11-98)
“Estamos dispuestos a hacer y afrontar el esfuerzo que nos corresponde”.
(José María Aznar, 18-12-98)
“Tomar posesión de un escaño siempre es preferible a empuñar las armas”.
(José María Aznar,18-12-98).
“Considero conveniente reforzar el diálogo que ya existe con los partidos políticos para profundizar en las líneas de acuerdo iniciadas hasta ahora. Espero que a este diálogo, en una situación política normalizada, puedan incorporarse también todas las fuerzas políticas representadas en el Parlamento vasco”.
(José María Aznar, 18-12-98)
“El proceso de normalización corresponde, en primer término, a las instituciones y a todas las fuerzas políticas vascas sin ningún tipo de excepción”.
(José María Aznar,18-12-98)
“Si no se producen los contactos es porque ETA no quiere. No hay ninguna otra razón”.
(José María Aznar, 10-9-99)
“El Gobierno, cuando toma decisiones, hace política, no hace gestos y quien interprete en clave de gesto (el acercamiento de presos) no va por buen camino, si lo ven en clave de una política de fondo pueden acertar más”.
(José María Aznar,10-9-99)
El ex-presidente, José María Aznar, no alienta la mentira: la convierte en su verdad. La construye y la extiende para hablar en nombre de las víctimas, exigiendo que no se dialogue con quienes ellos querían dialogar hace ocho años, con quienes llegaron a sentarse ante una misma mesa.
El ex-presidente olvida que prestó su consentimiento para que "todo lo que significó" el "sacrificio" de Miguel Ángel Blanco" quedase "clausurado por las exigencias de una banda terrorista".
El ex-presidente del gobierno quizás ya no quiera recordar que el 10 de julio de 1997 una llamada de ETA exigió a su gobierno que llevara a cabo el acercamiento de los presos etarras al País Vasco como condición para no asesinar al secuestrado. Un año después del asesinato de Miguel Ángel, Aznar autoriza esos acercamientos.