Buff, chicos, menos mal que estais aquí, cuando os leo me animo, y me suebe la moral. Llevo dos semanas con una pereza y una vagancia de desánimo totales. Es la sensación de que no doy a basto.
No he ido a clase estas dos semanas, pero este martes voy, que no sentirme sola en el desierto es superimportante. Aunque aun no conozco a nadie (siempre llego con todo casi empezado), a ver si puedo salir corriendo del trabajo y me paso al café de antes y nos conocemos. Sois unos cielos.
¡Nosotros podemos!