De lo que leo, veo que la campaña de propaganda del Estado a logrado su fin. La opinión pública volcada contra los controladores, mientras se rifa la privatización de AENA a una compañía extranjera... Por qué no me preguntaron a mi sobre mi opinión respecto a la última huelga de transportistas? Esa en la que incluso se asesinaron a personas, quemandolas en el interior de la cabina de su camión. Esa que sí provocó un desplazamiento en masa de los españoles a las grandes superficies para acumular provisiones frente a una huelga indefinida, cosa que se aprovechó para subir los precios. Esa en la que, sin ningún control ni respeto por los que ibamos a TRABAJAR, y no de fiesta, cortaron carreteras y provocaron destrozos en vehículos de particulares y empresas.
Yo me pregunto, en la España de los 4 millones de parados famosos, dónde está la crisis. Todos los puentes, millones de desplazamientos. De jueves a domingo, los bares llenos. No veo madrugar a la mitad de mi barrio para trabajar, pero sí me consta que alguno lo hace a escondidas, mientras cobra el paro.
¿Por qué la crisis de los españoles superconsumistas, que no la generó el Gobierno (ni uno ni otro), sino millones de trabajadores con sueldos desproporcionados a su cualificación y responsabilidad, compradores compulsivos de 4x4 y TV de plasma, clientes de canales de pago, orgullosos poseedores de grandes fincas, etc, no la pagan entre TODOS? ¿Por qué no, con razones de especial necesidad, se sube el IRPF y a correr? ¿Por qué castigan a los funcionarios y a los pensionistas? ¿Porque tenemos nóminas fijas? A día de hoy, sigo creyendo que en este país de la picaresca faltan inspectores de Hacienda y sobran vividores y mantenidos.