Pues es un gran error, puesto que no seré yo como antimusulmán que soy, quien le niegue grandeza artística a los monumentos del arte musulmán, y eso que se construyeron a costa del sufrimiento de muchos, muchísimos más compatriotas.
En todo caso, son manías que con el tiempo se van superando... Y eso que yo también soy bastante maniático.
Comer ratas y gatos: situación típica de una postguerra, con cualquier Gobierno, no un defecto específico del régimen. (Que los tuvo, y muchos).
Pero digo más: el rechazo visceral, nos llevaría entonces, a censurar, sólo por el hecho de venir de Franco, el que por ejemplo, se suspendiera en la educación básica a los que no sabían y a los que no habían estudiado. Cuando eso, no puede ser calificado de defecto específico de un régimen, ni tampoco de virtud específica. Es más: la ceguera de nuestros políticos lleva a rechazar frontalmente, algo de sentido común, algo que hacen muchos sistemas políticos, por el hecho de venir de donde viene. Por eso vamos como vamos, en caída libre... Ese rechazo visceral es algo contrario a la razón.
Sí son censurables e incluso, vomitivos, (y como tales, no deberían repetirse) los defectos y las monstruosidades específicas del régimen, pero no así las medidas que tienen su origen en la propia lógica de las cosas de cada día.