Venga de donde venga: lo de una, grande y libre, es algo que yo suscribo plenamente. ¿Qué hay de malo en ello?
A ver: los espectadores de la Noria son representativos, salvo excepciones, de:
1. Voto fanático al paleosocialismo.
2. Nostálgicos del comunismo.
3. Hispanófobos de todo pelaje, incluido batasunos.
4. Voto del poder sea el que sea.
5. Gente que ni está censada y que lo que vota es Gran Hermano.
Todos los perfiles sociológicos de voto socialista...
Y de esos perfiles de voto socialista: a los dos primeros, les parece poco el totalitarismo socialista. Les parece poca ingeniería social, les parecen pocas, las restricciones, les parece insuficiente el anticlericalismo, les parece el PSOE poco recalcitrante, demasiado tolerante, demasiado poco fanático. Al tercero, todavía le parece el PSOE poco hispanófobo y el voto del cuarto y del quinto, ya lo han perdido...
Los dos primeros critican los recortes, sí, pero no proponen una alternativa real y viable, les gusta el hiperestatalismo ruinoso, se han abonado al fanatismo dogmático de lo público por lo público, y no es que no les guste Zapatero, es que no les gusta que vaya perdiendo, pero votarán a otros tan fanáticos como él, que han votado exactamente lo mismo que él en el Parlamento. No critican a Zapatero por principios, sino porque sueltan la mano del que se está cayendo. Tienen la misma chifladora trasnochada que la de Zapatero, y creen que el problema es la torpeza con la que lleva a cabo su demencial proyecto. Y culpan a Zapatero de hacer fracasar con errores tácticos su proyecto, que él comparten y que es de principio a fin, totalitario y abyecto.
Otro tanto pasa con el tercer grupo, para el cual, todo lo que no sea llevar a la cámara de gas a los hispanohablantes es y será siempre insuficiente. Lo mismo de la torpeza y la demencia, es aplicable a este colectivo, pero en clave hispanófoba. Eso y que les da vergüenza votar a un partido perdedor, sí, pero cuyo proyecto totalitario y abyecto comparten de principio a fin. Ellos y los dos primeros hacen un jueguecito necio, que sólo a los idiotas engañan, pues para los dos primeros, en teoría, los que padecemos agresiones hispanófobas somos igual que los agresores, igual incluso que la banda terrorista ETA. Esto, así expresado ya es terrible, pero lo que piensan es todavía peor: en el fondo creen que la ETA son mejores tipos que los que nos sentimos ante todo, españoles.
Así que el cuarto y quinto apartado, aun siendo supuestos patológicos, son todavía más sanos que los tres primeros grandes sectores de votantes socialistas.
Pues ese 66% que está en contra de esta ley antitabaco, es el 66% de estos cinco grandes grupos.
El voto radical de los tres primeros, en el fondo,