Existen fundadas razones para acusar a “los que mandan o no mandan”, según los casos, a la Policía, de pasividad. Y desde luego, el delegado del Gobierno de Murcia hace semanas que debería haber dimitido, si tuviese decencia.
En Murcia, se han producido varias concentraciones ILEGALES, a las que han asistido altos cargos del PSOE murciano, entre ellos la número uno, Retegui, y en las que se ha agredido a miembros del PP. La Policía, lejos de actuar, impedir o proteger a los peperos, o no se ha presentado, o no ha hecho nada. A las puertas de la propia casa de Valcárcel, estos vándalos estuvieron esperándolo, tirando huevos al portal y a su propia hija, a quien tienen amenazada. ¿Qué hizo la policía para impedir esta concentración ilegal? Nada. Como no hizo nada para impedir todas las demás concentraciones que ha convocado la izquierda sin autorización, aún sabiendo a lo que iban.
¿Cuántos peperos fueron a tirar huevos a las hijas de Zapatero después de sus recortes? ¿Cuántas concentraciones ilegales han organizado los peperos para agredir a diputados socialistas?
Y fíjate por donde que el propio Zapatero ha apoyado las medidas del Presidente Valcárcel, en contra de la postura de los socialistas murcianos, porque sabe sobradamente que a Murcia la tiene asfixiada, que si pagara de una vez lo que nos debe, nada de esto hubiese pasado. Aunque está claro que las agresiones no vienen por parte de los funcionarios, sino por el hecho de la reducción de liberados sindicales, reducción que apoyo y aplaudo plenamente.
Desde la primera concentración ilegal, el PP murciano pidió que la Policía actuara, pero se han ido produciendo agresiones y nada hizo. Los socialistas murcianos, lejos de condenar las agresiones y enfriar los ánimos, se han dedicado a restar importancia a estos hechos, a seguir calentando el ambiente con su vomitiva ira dialéctica y a culpar a los del PP de hacerse las víctimas. Claro, ¡si ellos mismos organizan este linchamiento! ¿Cómo les va a parecer mal?
El PSOE murciano se ha referido en numerosas ocasiones como “el sobrinísimo” al consejero agredido. Y así es como lo llamaron sus agresores. La izquierda de Murcia pone la diana, y los violentos actúan. En sus foros se vierten y se permiten amenazas intolerables contra miembros del Partido Popular murciano, y claro, pasa lo que pasa. Ahora que no se hagan los sorprendidos, es esto lo que han estado buscando.
Y encima, el consejero ni siquiera es sobrino de Valcárcel, es el hijo de un primo de su mujer, toma ya. Pero es que el PSOE murciano MIENTE MÁS QUE HABLA. Si no es con mentiras, con violencia, con manipulación y con coacción, no conoce otro medio para ganar unas elecciones.
Esta agresión no es casual, se veía venir desde hace semanas y la Policía no ha hecho nada. Y tanta razón tiene Rajoy para afirmar tal cosa, que el propio Rubalcaba, finalmente, no ha tenido más remedio que prometer protección a los miembros del PP de la Región de Murcia. A ver si es verdad que empiezan a trabajar.