Yo siempre me creo lo más probable y lo más probable, casi siempre, suele ser lo peor, o sea, justamente lo contrario de lo que puede esperar el que espera algo. En política casi siempre es así. A veces hay sorpresas agradables, pero la alegría dura poco en la casa del pobre… Y en este caso, es que además, lo previsible, es decir, lo terrible, lo trágico, coincide con sus palabras: seguirá con el sistema autonómico. Y el sistema autonómico es que las taifas gastan lo que les da la gana, el poder nacional no controla, cuando algo va mal en la taifa, la culpa es de la nación, cuando algo va mal en la nación, la culpa es de las taifas, los unos por los otros, la casa sin barrer. Se simula un enfrentamiento inexistente, se imposta una pluralidad política y al final, todos de acuerdo, todos contra el Estado de Derecho, todos contra la ciudadanía, varios nombres y el mismo partido. No. Lo de Rajoy poniendo orden en los gastos autonómicos queda muy bonito, pero estos ojos no lo verán. Reducir impuestos e incrementar la recaudación, sí, pero para sostener, para alargar la agonía. Recuerda: esto es Expaña. Verás acaso un socialismo menos recalcitrante, menos opresor, menos intolerante, menos radical, menos agresivo, sí, pero socialismo a fin de cuentas… El giro liberal que necesita este país, eso, no lo verás.