Para mí, coincido con el compañero Torrombo, el Manual de Serrano es de lo mejorcito de la Carrera. Claro, ejemplos, sin lagunas gramaticales (no como otros, que te ponen el verbo en Cuenca y se han dejado el sujeto en Cancún), bastante jurisprudencia, escasísimas erratas, está pero que muy currado: didácticamente, técnicamente y gramaticalmente.
Yo siempre leo a Serrano, a Gimbernat, algunas cuestiones de Cerezo y otras de Muñoz Conde.
El Ripollés me hace bastante menos gracia.
Un saludo.