Vamos a ver Joaquin. Estamos hablando del voto femenino, del año 1933. Si tus argumentos se han venido abajo ante la evidencia histórica, no viene a cuento intentar llevar razón con otro asunto (el franquismo) en el que posiblemente la tengas, pero no viene al caso.
Demostrado queda cómo se manipula por parte de la izquierda actual, y que a nada que alguien se interesara por conocer las cosas como realmente fueron, se vienen abajo muchas "verdades" que por conveniencia dáis por supuestas.
Clara Campoamor logró el sufragio femenino con el voto de parte de las izquierdas y el inmenso apoyo de la derecha, a pesar del intento posterior -una vez logrado- de parte de la izquierda de posponerlo, aprovechando la ausencia de parte de la derecha para la votación.
Cuando se habla de un tema y se empiezan a sacar otros asuntos en el que uno puede tener la razón, es que en el otro asunto no la tiene, y de esa forma intenta taparlo con otras supuestas "verdades". Así interpreto tu último mensaje...
Saludos.
Mis argumentos están más fuertes que nunca. Gracias por preocuparte. Y no fue en 1933. Fue en 1931. Y que la derecha siempre estuvo en contra del voto femenino es INNEGABLE, lo mismo que la represión a la mujer en el franquísmo.
Que la mayoría del PSOE votó a favor es INNEGABLE, y que el resto de las izquierdas, a las que se sumó una parte del socialísmo con Indalencio Prieto y Victoria Kent, no fue porque no estuvieran de acuerdo, sino porque no era el momento porque sabían que ocurriría lo que ocurrió, que el analfabetísmo eclesíastico se impuso y ganó la CEDA, que en su gobierno sólo se dedicó a bloquear las reformas y dinamitar a la República, cargándosela finalmente en 1936.
Ahora tose todo lo que quieras, majete.
¿Porqué?:
el catolicismo establecía una importante diferencia entre
las dos concepciones de la mujer. Mientras para los hombres y mujeres
del PNV era Dios quien dictaminó la jerarquía de poder familiar y las relaciones hombre-mujer, dotando al sexo masculino del lugar preeminente:
«Desde el punto de vista cristiano la mujer es igual al hombre en dignidad
y excelencia, como tal persona humana; pero el hombre ha recibido del
Señor la primacía, la hegemonía familiar, que es de origen divino; y esa
autoridad la puede y la delega de hecho en la mujer en el gobierno familiar
(... ).»
(Es preciso, pues, que vosotras, mujeres catalanas que sentís palpitar
en vuestros corazones la llama de la fe, del amor y del patriotismo, pongáis
todo vuestro empeño y toda vuestra habilidad en trabajar para la gloria
de Dios y de Catalunya.)
La mujer se debía a esta doble visión, católica y nacionalista, en sus
funciones definitorias de su naturaleza y genero. La mujer como fuente
de vida y de formación de los hijos era quien tenía, en sus manos y en su
actitud, la pervivencia y perpetuación del sentimiento nacionalista
Por lo que las palabras que pronunció Victoria Kent en la Cámara el 1 de octubre de 1931 fueron:
"
En este momento vamos a dar o negar el voto a más de la mitad de los individuos españoles y es preciso que las personas que sienten el fervor republicano, el fervor democrático y liberal republicano, nos levantemos aquí para decir: es necesario aplazar el voto femenino. Y es necesario, Sres. Diputados, aplazar el voto femenino, porque yo necesitaría ver, para variar de criterio, a las madres en la calle pidiendo escuelas para sus hijos; yo necesitaría haber visto en la calle a las madres prohibiendo que sus hijos fueron a (la guerra de ) Marruecos; yo necesitaría ver a las mujeres españolas unidas todas pidiendo lo que es indispensable para la salud y la cultura de sus hijos. Por esto, Sres. Diputados, por creer que con ello sirvo a la República (…), como me he comprometido a servirla mientras viva, por este estado de conciencia es por lo que me levanto esta tarde a pedir a la Cámara que despierte la conciencia republicana, que avive la fe liberal y democrática y que aplace el voto para la mujer. (…) Son necesarios algunos años de convivencia con la República; que vean las mujeres que la República ha traído a España lo que no trajo la Monarquía; esas veinte mil escuelas de que nos hablaba esta mañana el Ministro de Instrucción Pública, esos laboratorios, esas Universidades Populares, esos Centros de Cultura donde la mujer pueda depositar a sus hijos para hacerlos verdaderos ciudadanos. (…) Cuando la mujer española se dé cuenta de que sólo en la República están garantizados los derechos de ciudadanía de sus hijos, de que sólo la República ha traído el pan que la Monarquía no les había dejado, entonces, Sres. Diputados, la mujer será la más ferviente (…) defensora de la República. (…) Por eso creo que es necesario aplazar el voto de la mujer".