Más que preparar una asignatura, lo que de verdad se puede hacer en diez días es preparar el examen de una asignatura. Esto último no es muy complicado si le dedicas todo tu tiempo y asumes algunos riesgos eligiendo los temas en los que hay que incidir algo más por tener mayor probabilidad de que sean objeto del examen. También debes de elegir qué tipo de asignatura dejas para última hora, pues los exámenes en los que hay muchas preguntas cortas -no tests, que son más asequibles- son más difíciles de preparar en tan poco tiempo.
De todas formas hazte el siguiente planteamiento: Cada curso dispone de sesenta créditos. Cada examen de cinco créditos. Luego hay que preparar doce exámenes para superar el curso que va de octubre a junio, es decir ocho meses a los que debes restar las seis semanas de exámenes, más las Navidades, más la Semana Santa, más alguna de incidencias personales. En resumen, veinticuatro semanas para preparar doce exámenes en condiciones normales, o lo que es lo mismo, dos semanas por examen, que viene a ser el tiempo que transcurre entre tu últmo examen de la primera semana y el que pretendes preparar rápido para presentarte en la segunda.
Bueno, que me enrollo. Que sí te da tiempo, que me da a mí todas las convocatorias, aunque los estados de ansiedad -pobre entorno tuyo- abundarán. Que muuucha suerte...