Hola.
Creo recordar que la misión en Afganistán comenzó con el gobierno del Sr. Aznar.
Dicho esto, y sin ánimo de tirar leña al fuego, hay que tener en cuenta que una intervención militar no es un picnic ni un cóctel en el cual se puede rechazar educadamente una invitación. La guerra en Afganistán, entre otras cosas, ha sido necesaria para mantener una cierta imagen de fuerza militar por parte de España en el contexto internacional. Recordemos el atentado de 2001. ¿Sería coherente por parte de un país sufrir un atentado por una organización terrorista extranjera y que no respondiera a un ataque?
Evidentemente sí, existen grandes intereses económicos que sirven para justificar tanto a una parte como la otra, pero lo que también es una falacia es presentar a la guerra como una "industria" rentable. Tarde o temprano, las guerras cuestan más de lo que se gana con ellas, y dicho coste repercute de varias maneras: recursos, desgaste diplomático, vidas humanas, inestabilidad en la zona de conlifcto, etc. Las guerras acaban por ser contraproducentes para las economías. El precio del crudo, desde la Guerra de Afganistán, no ha parado de subir, y se ha justificado precisamente por la situación inestable de Oriente Medio. Los intermediarios se aprovechan de la debilidad de los gobiernos y juegan con los precios.
En fin, la última declaración no me extraña, como cualquier afirmación política sobre una decisión a largo plazo. Hay tiempo suficiente para retractarse, tanto por parte de un bando como de otro, si no interesa retirar las tropas. Lo mismo si acaba saliendo demasiado caro el asunto.
Un saludo.