1. En relación al cálculo de Robert:
De todas formas, hay que tener en cuenta un detalle no estrictamente matemático:
El incentivo de votar al nacionalismo, es conseguir parasitar España, condicionando la política a las transferencias y apuntalar las políticas liberticidas, xenófobas y proetarras. Si desaparecen Nafarroa Bai, PNV, etc. es obvio que terminaría desapareciendo CIU, al ver que es un voto tirado a la basura, sin apenas capacidad de influencia. A su vez, el voto a PP y PSOE bajaría espectacularmente, ya que el incentivo de votar a uno para que no ganara otro, (el único incentivo que tienen PP y PSOE, ya que por sí solos no venden una m-ierda) se reduciría espectacularmente, al comprobar que el voto a partidos nacionales sí tendría un valor decisivo y no meramente testimonial.
Pero el problema de la ley electoral, no es ya numérico, sino también abiertamente político: que no son unas elecciones nacionales de España, sino unas elecciones de "los pueblos de España", es decir: no es nada apenas distinto a lo de las elecciones autonómicas y municipales. El cuerpo electoral español, no existe. Luego las elecciones españolas, no existen. Y si no existen las elecciones nacionales, donde se vota como españoles, es lógica la conclusión de que España no existe. No existe electoralmente, luego no existe políticamente en esencia, de hecho. Sí, existe el nombre, pero existe el nombre, como existe el nombre del país de nunca jamás. Y desde ese punto de vista también favorece al nacionalismo xenófobo, antiespañol y cómplice del terrorismo.
2. En relación con a quién favorece el sistema.
Es obvio que, en primer lugar, a PP y PSOE. Aunque, en caso de equilibrio de fuerzas, es evidente que favorece al nacionalismo. Por una razón muy sencilla: obtienen más representación que otros más votados. La pregunta que hice anteriormente, es de aquellas, cuya respuesta sólo puede ser: ¡porque les beneficia! ¿Por qué no lo reconoces? Votan en contra de toda modificación, porque les beneficia. Es el sistema que les permite decidir, en detrimento de otros que tienen más votos. Y eso se traduce en concesiones políticamente beneficiosas para ellos, para sus miles y miles de paniaguados que viven de la xenofobia antiespañola, que pagamos todos con dinero público. Y la pagamos todos con dinero público, porque ellos deciden. Y ellos deciden, porque el sistema les beneficia.
Entiendo que, para blindar sus privilegios, estén lanzando una campaña cibernética a la desesperada, intentando demostrar que esto que digo, no es así, pero es obvio que no cuela. No cuela porque el beneficio no sólo se traduce en la sobrerrepresentación, que en algunos casos es así como por ejemplo el de CC, sino sobre todo en que al perjudicar notoriamente a otros terceros con más votos, inevitablemente beneficia a cuartos, quintos y sextos, con muchísimos menos votos. Pero digo más: ahora mismo no lo sé, pero creo recordar que hubo partidos que con más votos que CC no obtuvieron escaños, y en cambio CC tiene cuatro escaños. En virtud de esta asimetría, beneficia a CC en detrimento de esos otros partidos.
En la medida en que eso desincentiva la creación de partidos nacionales e incentiva la creación de partidos nacionalistas y regionalistas, eso también beneficia a los nacionalistas. Porque no sólo a PP y PSOE les beneficia el bipartidismo, sino también a los nacionalistas, pues cuantos menos partidos haya, más decide el partido nacionalista antiespañol.