Gangsters favoreciendo a gangsters. Eso son los indignados, ETA y el PSOE. España, la democracia española, debe sacudirse de una puñetera vez el yugo de los gangsters. El día 20 es la gran oportunidad, si España no es capaz de sacudirse este yugo, no merecerá subsistir como nación.
La convocatoria es el día 20 de noviembre. No he oído a ningún indignado protestar contra la política del PSOE de excarcelar a los terroristas. Si la economía no lo es todo, es cierto que políticamente no han propuesto nada con más contenido que ayudar a los gangsters. Ninguna reforma de calado, nada capaz de ilusionar, nada por ejemplo sobre la necesaria reforma educativa, nada por ejemplo en contra del Estado lamentable y deplorable al que la ha llevado Rubalcaba, sólo comparable al destrozo que ha producido en el corazón de la legalidad.
El próximo Gobierno debería mirar más a otros movimientos cívicos como el de Alcaraz, el de Manos Limpias, el de varios profesores que han propuesto reformar la educación pública para que las Autonomías dejen de adoctrinar y dejen de formar cachorros, como los del entorno etarra. Tampoco les he escuchado decir nada en contra de la imposición del catalán, ni tampoco les he escuchado protestar porque en Cataluña cierren hospitales y quiten camas, mientras subvencionan a entidades que promueven el odio antiespañol y otras discriminaciones odiosas contra la población hispanoparlante. La buena noticia es que a los catalanistas les queda poco para terminar de suicidarse y que consumado el suicidio, no levantarán cabeza. La mala noticia es que les sustituirán gente aún peor. Las tribus islamistas, como las que han masacrado impunemente a los coptos, con el aplauso cómplice de socialistas y conservadores.