Hay que comprar el libro.
Pero por cerrar algo que quedó pendiente, vamos a ver: ¿cómo se puede decir que necesita una escuela de periodismo el mayor ejemplo de cómo triunfar con un medio de comunicación, haciendo de la nada un grupo mediático del cual no le pueden echar, por la sencilla razón de que es el el jefe? ¿Qué mejor escuela que crear escuela? ¿Qué mejor escuela de periodismo que montarte tu propio negocio periodístico y decir lo que te dé la gana y que no te puedan echar porque tú eres el jefe? ¿Se le ocurre a alguien un mejor ejemplo de periodismo que triunfar con uno, dos, tres o cuatro medios siendo uno su propio jefe? ¿Pero hay algo más sublime en el periodismo? ¿O es que acaso un estudiante de periodismo no tiene como sueño montar su propio medio de la nada, triunfar y decir lo que le dé la gana sin que lo echen por ser él su propio jefe?
Lo que pasa es que sus detractores, o más que detractores, enemigos, tienen el vicio de describirle no como realmente es, sino como les gustaría que fuera aquel a quien consideran su enemigo.
¡Que se ve pero a leguas!