Para los neófitos, dicen los libros del pandorinismo que ésta es su leyenda:
Era un veintisiete de junio
y hacía un sol abrasador
Mis aleros rezumaban sudores
me iba a dar una insolación
Ni con agua ni cerveza
ni escondiendome bajo la maleza,
hasta las lagartijas en la sombra,
este calor a todos atolondra
Entonces vi una forma oscura
redonda y chocolateda
blandita, dulce y pura
hecha de masa inmaculada
Con el hambre que ahora tengo
que alguien fuerte me aguante
Me comía por los pies un podenco!
Un Pandorino tengo delante!
Ansioso como andaba
al punto le hinqué el diente
el chocolate espeso estaba
Ni derretido, ni candente!!
Un milagro esto parece!
Nunca prodigio igual se vio!
No ha sido cosa de suerte
Ha nacido una religión!
En la UNED te adoraremos,
daremos a conocer tu credo,
en la biblioteca comeremos,
y ante todo: Tírame del dedo!
He así el origen de que su festividad sea el 27 de junio, y la forma de conocerse entre los pandoriniamos: Tirándose del dedo.