Yo creo que, en general, debe retrasarse en lo posible el anuncio de las cosas y acelerar en lo posible, la materialización.
El BOE hay que utilizarlo por sorpresa, para no dar tiempo a reaccionar al antiguo régimen. Yo prefiero la táctica de halagar sin parar al adversario, mientras se prepara la medida legal y luego, después de tanto halagar lo sumamente respetuosa y sensata que es la oposición, meter no el anteproyecto de ley, sino el proyecto definitivo. Y coger a los inmovilistas a contrapié.
Lo digo porque con eso, nos ahorramos muchos días de violencia callejera, que no le es de utilidad a nadie, salvo a los inmovilistas.