No tiene ningún secreto, la cosa: es un modelo corrupto y Garzón es hijo de este modelo corrupto. El GRAN DELITO de prevaricación, por el que nunca fue, ni será condenado, lo viene cometiendo desde el 19 de diciembre de 1994, cuando encarceló a los del GAL, después de volver. Es un delito continuado de prevaricación, consistente en mezclar judicatura con venganza, política, crimen, corrupción, narcotráfico, maletines, fondos reservados, etc. Y sólo le han querido condenar por un caso puntual, pero que responde a toda una idea de esta mezcla caótica y perniciosa. Porque desde el día 19 de diciembre de 1994, todas sus actuaciones, ilegales muchas y aparentemente legales, unas pocas, están manchadas por ese GRAN PECADO ORIGINAL, de prevaricación.
Y como él, todos aquellos jueces que los ficha un partido político, ocupan cargos por ese partido político y vuelven. Yo tengo un concepto de prevaricación y crimen distinto a toda esta lectura tonta que hacen doctrina y jurisprudencia. Porque es una doctrina y una jurisprudencia de un sistema CORRUPTO. Yo tengo la tesis del PECADO original. Y según ésta, mi tesis del pecado original, todos los terroristas de ETA presentes y pasados son culpables de todos y cada uno de los crímenes de ETA. Lo que pasa es que esta lectura tonta, de negar lo evidente, es propia de los Altos Tribunales de un sistema corrupto. Es la consecuencia necesaria de un sistema corrupto, igual que Garzón es la consecuencia necesaria de un sistema corrupto, creado por la CE de 1978 y empeorado por la LOPJ de 1985. Pero diré más todavía: la jurisprudencia que invocas (que la conozco, porque en aquella época la consultaba mucho y tengo buena memoria) es anterior a la STS de 15 de octubre de 1999. Esta sentencia, no lo olvidemos, fue la de Liaño, donde el primer arquero de Polanco que tiró sus flechas envenenadas fue precisamente Garzón. Garzón fue el principal artífice de esa sentencia contra Liaño que cambió la jurisprudencia del TS, y es Garzón el que como Hércules, aunque sin ningún heroísmo, hoy se abrasa en su propio veneno.