En una lúgubre aula de exámenes de un centro asociado del levante, estaba un chico sentado en un pupitre, tratando de concentrarse para realizar, de la mejor posible, sus exámenes de derecho... Pero he aquí que una malvada bruja se sentó a su lado y por varita mágica tenía los bolsillos llenos de chuletas y, acariciando el aspero papel de la mentira y la trampa, le preguntaba al examen que tenía enfrente: Examencito, examencito, quién va a aprobra hoy por la cara???
Me dejo de cuentos; seguro que ya habéis pasado alguna vez por esta situación tan incómoda. Pues bien, yo en este periodo de exámenes lo he hecho por partida doble. El primer día, una señora (unos 40 tacos), haciendo el mismo examen que yo (FyT1... se ve que la máquina que asigna los pupitres no es tan lista) tenía el programa de la asignatura y grapado al mismo, mucha más información. Pues una examinadora se percataría de la situación, fue a ella, le revisó el programa y le dijo algo (ella respondió poniendo cara de indecente, digo inocente, y diciendo "ah, no lo sabía"). Bueno, pues le requisó el programa, lo dejó en otra mesa y ahí se acabó la cosa...
Hoy, economía política, con una chica de otra carrera, ha sido la releche. Llegó nerviosa, ofuscada y no paraba de sacar papeles, hacer ruido (incluso cuando llegó mandó un SMS y recibió otro...) Los profes se percaton de tanto revuelo, también le dijeron algo y se quedaron bastante tiempo detrás de ella. Pero pese a haber como 6 o 7 profesores vigilando, fue sacando chuleta a chuleta, la metía bajo los folios y... a copiar!!
A pesar de que me sabía el examen y creo que lo he hecho medianamente bien, los 7 u 8 tachones que lleva mi examen se los debo, prácticamente todos, a mi vecina de penurias. Te rompe la concentración, te incomoda y me jode que mi trabajo y tantas horas de esfuerzo, muchas robadas al sueño, se vea mermado por estas "causas ajenas a mi voluntad".
El que copie, allá él, con su ética, con su falta de escrúpulos, con la falta de respeto al resto de sus compañeros y, sobre todo, con el hecho de engañarse a sí mismo. Si quería comprar un papel (título), hay otras opciones mejores. Pero lo que no es admisible es que los demás paguemos las consecuencias de este compartamiento.
Como podréis suponer, por mi cabeza se me pasó de todo (decirle algo al final del examen, pedir cortesmente a algún profesor si podía cambiarme de sitio....) y al final me fui resoplando y renegando. Menos mal que, pese a la desafortunada anécdota, me quedo con el hecho de que el examen me salió bien...
Y colorín colorado, este cuento me teme que continuará en junio....
PD: Para cuándo las notas
