Interesante también la prensa de este fin de semana.
En El País en portada: "Los jóvenes consideran ya un privilegio llegar a mileuristas". En efecto, la mayoría de sus sueldos no superan los 800 euros. Eso los que trabajen, claro. El paro juvenil en España está en el 49%. En Europa, el 22,4%. Ni siquiera los licenciados en telecos o arquitecturas escapan ya a la precariedad laboral. La única alternativa, la emigración.
Mientras, en El Mundo, ofrecían dos nuevas propuestas para mejorar las cuentas del Estado. La primera se centraba en evitar el despilfarro autonómico, que considera puede ascender a los ciento ochenta mil millones de euros. Ojo, el reportaje no defendía la supresión de las autonomías, sino una gestión más eficaz.
La segunda no será del agrado de los que aplaudan la primera, y viceversa. Pedía que la Iglesia abone el IBI por aquellas propiedades no vinculadas al patrimonio histórico o artístico; los pisos, fincas y residencias de los "conspicuos hisopos" que velan por nuestras almas. Podría ser un ingreso adicional para el Estado (o sus Entes Locales) de cinco mil millones de euros. Me llama la atención que El País de hace dos semanas también abogaba por esta alternativa en un reportaje, ya aquí expuesto, titulado "Jaque al paraíso fiscal".