El tema de las oposiciones en una cuestión de cabezonería, o fuerta de voluntad, como se prefiera llamar. Durante la época de preparación y exámenes no es infrecuente que aparezcan tentaciones en forma de amigos que te llaman para salir y que te mandan videos de lo bien que se lo pasan, o de estrés y depresión que provoca ganas de abandonar y ponerse a trabajar en lo que sea.
Para mi estudiar una oposición es una forma de inversión en uno mismo. Puedes perder uno o dos años de la vida (o los que sean), pero después los recuperas ampliamente si sacas la oposición. Es consabida la diferencia en el número de horas trabajadas en la función pública y en la empresa privada. Enfocándolo de esa manera, el tiempo invertido en una oposición sale a cuenta respecto al número de horas que tocará trabajar de más en una empresa privada.
Por supuesto, lo anteriormente dicho se pondera en función de la capacidad de cada uno, para una persona con facilidad para estudiar, una judicatura son 5 o 6 años de media, y no son extraños 7 u 8 años, dedicándole un número de horas diarias normales para una oposición. Para un genio pues menos años o menos horas... Y para una persona que le cuesta estudiar... Pues mejor una oposición de un grupo inferior (oficial judicial, auxilio...), que sino el número de años se suele traducir en el riesgo de abandono sin conseguir el objetivo, cosa que no compensa en absoluto.
A la hora de escoger, tendría en cuenta el tipo de oposición o de empleo público, no es lo mismo un concurso oposición que una oposición libre (descartando el concurso por infrecuente) y el tipo de función a la que se accede (tampoco es lo mismo un funcionario de carrera, que uno laboral, interino o eventual), aunque supongo que todo esto ya lo sabeis.
También hay que tener en cuenta que como funcionario nunca te vas a hacer rico ni, en principio, adquirir un gran prestigio, sino simplemente cumplir, más o menos, con las funciones del cargo y cobrar por ello. Aunque en la mayor parte de los casos tampoco se llega a rico en la empresa privada...
Hay que valorar también que estudiar una oposición como abogado del estado, judicatura o cualquier otra de la AGE, implica también tener que decir adios al entorno familiar y de amigos, en la mayoría de los casos, al menos durante unos cuantos años, pues los destinos pueden ser de lo más variopinto.
Concluyendo, después de comentar algunas de sus ventajas e inconvenientes, debo decir que personalmente valoro la vida de funcionario en dos aspectos principales: un sueldo "digno" que proporciona estabilidad económica y una jornada laboral que deja tiempo libre para aficiones o hijos.
Así que todo depende de lo que quiera cada uno en la vida.
Un saludo.