Es un mensaje demagógico, el de Mudochi: el tío ese pretendía matar al niño, no pretendía salvarlo. Luego no es verdad que por salvarlo haya sido sancionado. Encima de ser abortista, es un mal profesional. Luego no comprendo que se le defienda. Debería en puridad teórica y en Justicia estar en la cárcel, por criminal, por intento de asesinato y por ser un mal profesional.
Me asombra lo que dice Mudochi, me deja pasmado, boquiabierto, estupefacto, ¡en nombre de la lucha contra el infanticidio va el tipo y defiende a un infanticida que encima es mal profesional! ¡¡ASOMBROSO!! Lo vuelvo a leer y flipo en colores. No puede ser verdad lo que leo, tengo que pellizcarme varias veces la cara. A ver si es verdad que pone lo que pone. Me resisto a creerlo, a ver, voy a volver a leerlo a ver si es que tengo que hacerme una revisión en el oculista... Sí, parece que pone eso. Me pregunto, oh cielos, qué demonio o qué Dios pagano me habrá hechizado así de esta forma. Me pregunto quién me habrá metido la droga alucinógena en la taza de té verde.