Bueno, lo primero aplaudir a la Sra. Aguirre por dimitir, sobre todo por ella misma, porque su salud se lo agradecerá y el clima político que se vive no son las mejores condiciones para una persona que ha pasado una grave enfermedad. Además, se va con la cabeza alta, después de haber conseguido esas mayorías absolutas que ya quisieran muchos, aunque yo no comulgue con sus políticas. No obstante, de elegir, eligiría a la Sra. Aguirre antes que a la Sra. Cospedal, o a la Sra. Mato, o a la Sra. Botella...

Yo últimamente estaba observando sus elevadas meteduras de patas, cómo la de que habría que matarlos, dedicado a los arquitectos de Madrid a los que pidió disculpas, así cómo su constante enfrentamiento con el actual gobierno de Rajoy por el tema de las comunidades y la pretensión suya de devolver competencias, sobre todo las de Justicia. De hecho, este fin de semana leí en algún medio que había devuelto las competencias en materia de Justicia Gratuita, más el último enfrentamiento por el tercer grado a Bolinaga, desmarcándose así de la línea rajoniana. Un cúmulo de circunstancias que no eran normales y creo que ha hecho lo mejor por ella misma. Estará más tranquila que creo que es lo que verdadermente necesita, pues ya no necesita demostrar nada. Yo le deseo todo lo mejor en el ámbito personal, a pesar de mis diferencias ideológicas.