Bueno, como no es la primera vez que hacen un juicio sobre mis intenciones, aprovecharé este mensaje para responder a esto último y a otros mensajes similares.
Para empezar, España va mal. Pero va mal desde luego muy a mi pesar. En cuanto a otros que comparten mi pesimismo, con los cuales, como es natural puedo tener alguna diferencia en algún matiz, estoy seguro de que al igual que yo, les gustaría muchísimo estar equivocados, poder creer en la justicia, etc. Pero estimado: los hechos están ahí, los hechos son tozudos y lo de Bárcenas probablemente es la puntilla a este sistema, porque no olvidemos que roba no para lucro propio, que también, sino peor: para cometer fraude electoral.
Hacen obras sin utilidad pública, y no son particulares, son gente que va investida de imperium, de autoridad pública. El puesto desde el cual hacen las obras sin utilidad ha sido ganado en unas elecciones: luego no son meros particulares. ¿Vale? Pueden hacer obras inútiles, porque han ganado las elecciones. Pasemos a lo segundo: encarecen las obras porque cobran comisiones, de las cuales una parte es para lucro del que cobra, pero otra es para lucro electoral de su jefe. Jefe que tiene la ventaja en campaña de mayores medios que el resto, al competir con dinero robado. Al poder gastar dinero robado, al poder comprar votos con dinero robado.
(Y quien dice votos, dice jueces, etc.) Eso amigos, yo lo llamo fraude electoral. Y porque el jefe de partido se beneficia electoralmente de lo que roban, es por lo que hace la vista gorda respecto a lo robado. (No sólo sobre el lucro del conseguidor, sino sobre todo sobre lo que repercutió en el rédito electoral del partido). Si a estas alturas no queda claro cómo funciona el mecanismo... De esa maquinita diabólica, es de la que dependen también cargos judiciales en el tc, los cuales por la misma razón que su jefe de partido que los nombró, no están especialmente interesados en que se destape el robo de las obras públicas y el consiguiente fraude electoral. Un ejemplo muy pintoresco y esperpéntico de lo que digo, son los horrores monumentales que saqué a colación hace unas semanitas. Este invento no tiene nada de particular, pero conviene apuntárselo, para saber cómo funciona la maquinita de la corrupción. Seguro que a los que como yo, conocen este mecanismo, (y que como yo, no son corruptos) les gustaría que no existiera ese mecanismo, pero la verdad es que existe. Nos gustaría que eso no pasara, pero pasa. ¡Qué le vamos a hacer! Por eso joroba que suban el IVA de la forma que lo han subido, en vez de destruír esa maquinita en la que han enganchado a los jueces de altos tribunales, altos por el rango, pero no por el honor.