Un su provocación semanal en forma de carta, Demetrio Fernández - obispo de Córdoba - saltaba nuevamente al ruedo de la polémica con unas declaraciones donde consideraba que los medios de comunicación, la televisión, el cine, y hasta algunas escuelas de secundaria -al decir algunas no incluye a las privadas-religiosas- incitaban al fornicio, invitando a todo aquel que viviese en pecado a "huir de la fornicación".
El susodicho "ciervo" del señor bien conocido por todos, se caracteriza por su afán de protagonismo y provocación continua, así como por ser uno de los obispos más conservadores del panorama nacional.
Pero este no ha sido un caso aislado del prelado ya que lo podemos recordar de otras polémicas y perlas que le sirvieron para ser noticia como:
- Campaña para cambiar el nombre de la conocida por todos como Mezquita de Córdoba a Catedral de Córdoba o Catedral antigua Mezquita aljama.
- Declaraciones acerca del plan conspirativo de la UNESCO la cual trataba según este de convertir a la mitad de la población mundial en homosexuales.
- Afirmaciones como que "los hijos de familias como Dios manda viven más sanos que aquellos que no conocen ni a sus padres".
- Declaraciones acerca de la Iglesia en la que argumentaba que la Iglesia no tienen ningún tipo de privilegio por parte del Estado y que es la principal bienhechora de la sociedad.
- Comparar el crimen de los niños Ruth y Jose -caso Bretón- con el aborto.
- Defensa de los "mártires cristianos" en la Guerra Civil.
- Declaraciones como que la sexualidad desorganizada -sin matrimonio- es como una bomba de mano que puede explotar en cualquier momento.
Llevaba tiempo sin escuchar declaraciones tan ridículas como las realizadas por el obispo. Al parecer este señor interpreta la educación sexual impartida en colegios públicos como algo obsceno y objeto de pecado, educación más que necesaria para informar a la juventud de la importancia de utilizar métodos anticonceptivos y de prevención ante situaciones de riesgo. No me queda otra cosa que pensar que la posibilidad de que Demetrio Fernandez sufra una paranoia obsesiva al centrar todos sus esfuerzos en prevenir cualquier tipo de relación sexual sana y segura.
Al mismo tiempo el obispo hacía referencia a que el cine, la televisión y los medios de comunicación incitaban igualmente a la fornicación y al pecado carnal. Tal vez el problema resida en que mientras que la sociedad ve en ello algo normal y natural, el clero se escandaliza al no concebirlo como natural por su falta de ejercicio -supuestamente-.
Este insulto al progreso y a la evolución humana en forma de obispo pretende retroceder hacia décadas atrás donde puedan volver a adoctrinar libremente y abofetear a su libre albedrío. Se hace raro que con cada escándalo de pederastia, abusos o robos infantiles la Iglesia católica y sus encomenderos no se pronuncien condenándola y pidiendo perdón públicamente, pues al parecer prefieren hablar del "fornicio" de los demás.
Según Nietzsche: "El sacerdote vive amargado y su objeto no era otro que amargar a los demás. Y es que hay quien por disfrazarse de negro, se cree con derecho a fiscalizar la vida de los demás". Los sacerdotes, obispos y demás personajes eclesiásticos son el claro ejemplo de la doctrina que la Iglesia trata de implantar a golpe de sermón tras el que se esconden las obsesiones de la misma por controlar a la humanidad haciéndoles creer en seres imaginarios, pecados anti-natura y en castigos divinos.
Es una lástima que tras este escrito me auto-condene al infierno, quedándome preocupado no por el hecho de ir al mismo sino porque sin duda alguna me encontraré allí con el obispo de Córdoba, quien ve en los pecados de los demás el reflejo de sus deseos.
Dani Ruiz
Fuente: No puedes ver los enlaces.
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