Lo de la Toma es lo de siempre, !las dos españas¡, unos que si es una muestra de intolerancia y demás, y los otros que si son cuatro perroflautas que quieren acabar con las tradiciones.
Yo no he estado nunca, pero igual si se desvinculara a la Iglesia y el Ejército de los actos oficiales y se le diera un tono más lúdico y menos formal la cosa seria más del agrado de la peña, o quizá no, que todo puede ser...